El coronavirus continúa propagándose por España. Dada la grave responsabilidad que supone, para todos, prevenir el contagio de la enfermedad, La Conferencia Episcopal propone protocolos, aconsejando máxima prudencia en su aplicación y que cada Diócesis habrá de concretar.
Será necesaria una evaluación continuada de estos protocolos, que permitan valorar su puesta en práctica y su modificación en futuras situaciones, teniendo en cuenta lo que la autoridad sanitaria disponga en cada momento.
Actualmente, en esta fase de transición, La Conferencia Episcopal dispensa a los fieles del precepto de participar en la Santa Misa dominical y sugiere a personas de riesgo, mayores y enfermos, que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan La Santa Misa online por los medios de comunicación.
Después de meses sin poder expresar comunitariamente nuestra fe en Iglesias, queremos recuperar progresivamente la normalidad de la vida eclesial. Por esto La Conferencia Episcopal propone a las personas que acudan a la iglesia para las celebraciones o para oración personal, deben hacerlo siguiendo las pautas, a expensas de las normas de las autoridades sanitarias.
Entre algunas medidas implementadas se propone aumentar las Santa Misa del domingo cuando haya mayor afluencia para respetar los aforos de las Iglesias, la recomendación del uso de mascarilla, mantener las pilas de agua bendita vacías y las puertas de las iglesias abiertas para evitar tocar manillas o pomos.
La Conferencia Episcopal agradece el trabajo realizado con generosa entrega por tantas personas de los servicios sanitarios y de numerosas actividades que hacen posible la vida cotidiana en nuestra sociedad. De forma especial, reconoce la disponibilidad y el servicio de los sacerdotes, consagrados y laicos en estas semanas.
La Iglesia continúa impulsando a las personas que se ven afectadas por la crisis económica y social, la sociedad valora el trabajo de tantas instituciones eclesiales para paliar estas consecuencias de la pandemia.
Los cristianos tenemos los principios de la Doctrina Social de la Iglesia y la acción de los católicos en la reconstrucción de la vida social y económica, siguiendo el “plan para resucitar” del papa Francisco.
En CARF nos unimos en la oración común que afianza la fraternidad, suplicamos la gracia del Señor y la luz del Espíritu Santo para discernir lo que Dios nos quiere decir en esta circunstancia; pedimos especialmente por los investigadores a fin de que alcancen un remedio a la pandemia. Nos ponemos bajo la protección materna de la Inmaculada patrona de España.
Con la colaboración de:
