Gracias a nuestros benefactores, ayudamos a la formación de los sacerdotes, difundimos su buen nombre y rezamos por su fidelidad y las vocaciones.
Trabajamos para servir a la Iglesia y que ninguna vocación se pierda y luego ellos puedan transmitir en su labor pastoral toda la luz, ciencia y doctrina recibida.
Contribuir econoĢmicamente para que sacerdotes diocesanos, seminaristas y religiosos y religiosas reciban una soĢlida preparacioĢn acadeĢmica, humana y espiritual.
Creemos en la libertad religiosa, y en el aporte de la formación de excelencia para construir una sociedad justa.
Defendemos los valores humanos, inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia.
Las licenciaturas, programas de especializacioĢn o doctorados, otorgan a cada candidato una formación especĆfica en TeologiĢa, FilosofiĢa, Derecho CanoĢnico o ComunicacioĢn Social Institucional.
Espiritual
Los seminaristas y sacerdotes complementan su formacioĢn acadeĢmica y humana con la espiritual, ya que deben estar preparados para seguir su vocación y prestar su cuerpo y su espiĢritu al SenĢor.
Humano
A traveĢs del ambiente de familia y de preparación, se consigue el desarrollo de actitudes, capacidades y valores que impactan en el crecimiento personal y social de los sacerdotes.
ĀæTe sumas a este desafĆo?
La Fundación CARF contribuye económicamente para que sacerdotes y seminaristas de todo el mundo reciban una sólida preparación tanto teológica, como humana y espiritual.
Fundación reconocida por el Ministerio de Cultura, según Orden Ministerial de 22.5.1989, publicada en el BOE del 13.06.1989, registrada con el número 140 con CIF: G-79059218.
La formación de los sacerdotes estuvo presente en el celo apostólico y sacerdotal del fundador de Opus Dei, san JosemarĆa EscrivĆ” de Balaguer. Su sucesor, el Beato Ćlvaro del Portillo, concretó este deseo iniciando en 1984 la actividad de la hoy Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, bajo la inspiración e impulso de san Juan Pablo II.