El experto, Benigno Blanco, centró su conferencia en intentar entender en fenómeno social de la hipersexualidad. La “omnipresencia en la sociedad de las cuestiones sexuales de la persona humana” y cómo podemos estar todos presentes en la educación de los más jóvenes.
Blanco afirmó que la cultura occidental, desde hace un par de siglos, se ha acostumbrado a “mirar la naturaleza como si fuera algo mecánico”, es decir, con la nueva ciencia experimental, en lugar de ver un mundo con alma, se observa un mundo de fuerzas mecánicas y átomos y esta visión, acompañada del ateísmo, se extiende también a la biología.
“En el siglo XX, sobre todo a partir de la revolución sexual de 1968, esta visión mecanicista se ha extendido al cuerpo humano. Esto ha llevado a una absoluta despersonalización de la sexualidad que se entiende como algo manipulable y usable”
Benigno Blanco
A esta noción de la visión de mundo, se ha añadido la influencia de la mentalidad capitalista. “Las fuerzas del mercado van ocupando más aspectos sociales y se extiende a lo humano. Por ejemplo, la pornografía, que se ha convertido en un producto de consumo de la exhibición de la sexualidad humana, una industria que mueve mucho dinero”, ha afirmado Benigno Blanco.
El experto alertó de que hoy en día, un niño, desde que tiene un móvil tiene acceso a toda la pornografía del mundo porque se puede acceder de forma gratuita. Y recordó cifras alarmantes:
“Se exhibe los cuerpos como objetos de consumo a los demás. Crecen las numerosísimas páginas de internet de contacto. Hemos convertido el cuerpo en objeto de consumo: lo ofrecemos y lo consumimos. De este modo, se ha banalizado el cuerpo y las relaciones sexuales”
Benigno Blanco
A la vez que se produce esta mercantilización de la sexualidad, con la irrupción de la píldora anticonceptiva y la legalización del aborto, las relaciones sexuales ya no tienen consecuencias. Así, se hace más fácil el consumo del sexo rápido y la promoción de la hipersexualidad
Por otra parte, la mujer ahora controla también su sexualidad como el hombre y no está sujeta a la maternidad. “Pero también su cuerpo se ha convertido en objeto de consumo. Y en muchas ocasiones, la mujer, para ser querida, se siente obligada a ofrecer el atractivo de su cuerpo. Ya no es un mercado de afectos sino de cuerpos atractivos. Y a la par crece la industria de las cirugías estéticas”, expuso Benigno Blanco.
Este modo de proceder puede resultar peligroso especialmente para las adolescentes, que ven su cuerpo como único reclamo para ser amadas y no ser discriminadas.
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Por lo tanto, la mirada pornográfica que consideran los cuerpos como un producto de consumo para el placer, la cultura del intercambio sexual sin consecuencias que ha permitido la anticoncepción y el aborto, y la mercantilización progresiva del cuerpo y del sexo, llevan a lo que llamamos hoy en día la hipersexualización de la sociedad.
“Este es el mundo hipersexualizado es en el que se educa nuestros hijos. A esta situación se une la influencia de la ideología de género, soy lo que siento. Y nuestros hijos están sometidos a esta presión"
advierte, Benigno Blanco
Por eso, Benigno Blanco ha invitado a sentirnos responsables de esta época:
En esta línea, el experto ha insistido que es importante explicar a nuestros hijos y a amigos en qué consiste la sexualidad humana: “Hay que mirar a los seres humanos porque la sexualidad no es un constructo social, es lo que somos. Vemos chicos y chicas, porque no hay otra cosa. No existe el ser humano en abstracto. No somos seres sin sexo. El ser humano existe sexuado, hombres y mujeres. Somos nuestra sexualidad en todo lo que hacemos”.
Ha proseguido, Benigno Blanco, explicando que lo femenino y masculino son complementarios, psíquica y biológicamente, con el poder y la potencialidad de crear a otro ser humano.
“Podemos ser padres y madres gracias a nuestra sexualidad. Debemos educar a considerar el cuerpo para amar y ser amado. Para darse”.
Puedes volver a ver el encuentro de reflexión CARF sobre Hipersexualización de la sociedad desde el canal de Youtube de la Fundación
Por ello, Benigno Blanco, nos ha aconsejado hablar con respecto y cariño de la sexualidad sin preocuparse de los resultados. “No podemos cambiar esta sociedad, pero sí influir en los que nos rodean. Las revoluciones se consiguen transformando corazones y cabezas”.
Y en esta tarea, ha dado tres consejos:
"Al final de la vida, uno debe analizar el tiempo que ha invertido en amar, en las personas que tienes a tu lado que te quieren y que quieres. “En cambio, otras personas han invertido en amarse a sí mismo, y en usar los cuerpos. Y llegan a las edades solos. Sin amar ni ser amados. Hoy en día el mundo no necesita doctores sino testigos”.
Benigno Blanco
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