«Me gustaría agradecer al Señor por todo lo que ha hecho por mí, especialmente por mis estudios aquí en Roma. Junto con este agradecimiento al Señor, también me gustaría expresar mi gratitud a mis bienhechores por su apoyo en mis estudios.
En estos tres años de estudios, es decir de Teología, debo decir que he adquirido buena experiencia y suficiente formación que me ayudará mucho en mi vida sacerdotal en el futuro. Mis estudios me han ayudado mucho a descubrir el amor de Dios por su pueblo.
El mundo de hoy necesita conocer a Dios y cómo las personas pueden seguirlo, es decir, vivirlo en sus vidas. Entonces, con el don de la vocación que Dios me ha dado, mi deseo es pedirle al Señor que me ayude a seguirlo y servirle bien dondequiera que me lleve cuando sea sacerdote. Pido siempre la luz de su gracia para caminar por el camino recto que ilumine su Misericordia para su pueblo.
Todo esto ha sido gracias a la ayuda de mis formadores y por vosotros, mis benefactores de la Fundación CARF, porque me habéis permitido tener esta oportunidad de estudiar en Roma.
Realmente quisiera agradecerles desde el fondo de mi corazón; los tengo siempre en mis oraciones y les pido que no dejen de orar por mí, Dios los bendiga».
