Joseph Jayamanna Mohottige Don es un seminarista de Colombo, Sri Lanka.
"Tenemos más de quinientos sacerdotes en nuestra diócesis, por eso a veces somos enviados a otras parroquias, a pueblos donde no hay sacerdotes, ya que la Arquidiócesis tiene la mayor responsabilidad en alimentar y sosegar al pueblo de Dios en nuestra fe. Nuestra diócesis también es responsable de la mayor parte de la formación del seminario en el país, ya que muchos sacerdotes de nuestra diócesis sirven en los seminarios.
Tengo la suerte de pertenecer a una parroquia donde la fe católica es muy fuerte y por eso ahora tenemos 35 sacerdotes que son de mi misma parroquia. Los fundamentos puestos por mi comunidad parroquial, por la Iglesia y especialmente por San José, que es el patrón de la parroquia, han sido mi piedra angular en esta vida.
Mi vocación surgió cuando estaba sirviendo como monaguillo en mi parroquia, Pamunugama. Solía ir a misa todos los días tras primera comunión. No sé cómo explicarlo, pero el deseo de ser sacerdote comenzó a crecer.
El papel del párroco realmente me atraía y quise convertirme en uno como mi párroco, así que con esta idea me uní al seminario menor de St. Aloysius en Colombo cuando tenía solo 14 años, en enero de 2009. Desde ese día bendito en adelante, Dios me ha llevado tan lejos en su camino de vida hacia el sacerdocio."
"Es un gran privilegio el hecho de estar formándome en Roma y luego volver a mi país para servir como sacerdote. Un país pobre como el nuestro tiene menos posibilidades para los gastos de estudios en Roma, por eso vuestra ayuda es sin duda una bendición.
Uno de los principales propósitos del envío de seminaristas a Roma es que podamos volver y enseñar en los seminarios en la formación de futuros sacerdotes, por lo que una vocación que se nutre aquí en Roma en todos los aspectos será un día de gran ayuda para miles de jóvenes que estudian para el sacerdocio."