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Yo quiero ser también un apóstol del Amor que ame tanto a sus hermanos que entregue todo su ser para ayudarlos a ser mejores cada día

Nombre: Jesús Eduardo Huerta Gaytán
Edad: 26 años
Situación: Seminarista
Origen: Celaya, México
Estudia: Estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona

Yo quería ser buen cristiano y sentía que el sacerdocio no era para mí

Jesús Eduardo Huerta Gaytán es un seminarista de la diócesis de Celaya, ubicada en el estado de Guanajuato, México. Nació en San Miguel de Allende y es el menor de dos hermanos.

"El sacerdocio ha sido algo que ha llamado mi atención desde pequeño, particularmente porque en casa se hablaba mucho de un sacerdote, que era hermano de mi abuelo materno. Siempre se hablaban cosas buenas de él, era casi como un superhéroe.

Como se podrá notar mi familia es de profundos valores cristianos, sin embargo yo no era muy aficionado a los actos religiosos. Mi familia y yo nos fuimos alejando de Dios, hasta que poco a poco volvimos a recuperar el interés.

En lo que a mi respecta, fue gracias al grupo de monaguillos que yo inicié una vida más comprometida en mi vida cristiana. Fue en este momento en el que la opción por el seminario se veía como algo plausible. Debo confesar, que me resistí por algunos años a la llamada que sentía del Señor. Yo quería ser buen cristiano y sentía que el sacerdocio no era para mí.

El parteaguas de esta situación fue el haber participado en unos ejercicios ignacianos que me llevaron a descubrir que mi principio y fundamento era Dios y fuera de Él no quería nada. Sentí pues, grandes deseos de entregar mi vida para servir a mis hermanos consagrándome totalmente a Dios. Fue una decisión un tanto dura ya que tuve que rechazar 2 muy buenas becas que me ofrecían 2 de las mejores universidades de México. Sin embargo, no me arrepiento, porque sé que he ganado mucho al entrar al seminario.

Ingresé al seminario diocesano de mi diócesis en agosto del 2013 y tras 5 años de formación en mi diócesis, mis formadores junto con mi obispo optaron por enviarme a concluir mi formación teológica en la Universidad de Navarra y mi formación sacerdotal en el Seminario Internacional Bidasoa, donde me encuentro actualmente.

Mi panorama se ha ampliado al poder conocer personas de todo el mundo que comparten mis sueños e ilusiones. También he ido consolidando mi opción por entregar mi vida, quiero ser el tapete blando en el que otros puedan caminar, que mi cansancio descanse a los que más lo necesitan. Es tiempo de personas que busquen servir, que lleven esperanza a los lugares donde parece haber desaparecido. Es momento de regalar sonrisas y escuchar aquellos que desean abrir su corazón, de dar consuelo y fomentar que la felicidad es posible. Es tiempo de llevar al mundo a la única felicidad eterna a la que aspiramos: Dios. Yo quiero ser también un apóstol del Amor que ame tanto a sus hermanos que entregue todo su ser para ayudarlos a ser mejores cada día."

"De todo corazón agradezco su generosidad para con nosotros. Definitivamente la obra del amor sólo se puede llevar a cabo con amor. Es esa caridad precisamente la que ha hecho y hace posible que personas como yo sedientas de servir podamos realizar nuestros estudios fueras de nuestros países. Gracias por el apoyo brindado para poder estudiar en la Universidad de Navarra y residir en el Colegio Mayor Bidasoa.

Consciente de lo anterior trato de aprovechar esta oportunidad dando lo mejor de mí. Reconozco su gran labor y sacrificio, por lo cual a diario los encomiendo en mis oraciones sabiendo que sin su generosidad y amor a la Iglesia esto sería imposible."