Me siento felizmente agradecido con Dios por haberme llamado a seguirle

Nombre: Angel Alberto Cepeda Pérez
Edad: 36 años
Situación: Presbítero
Origen: El Vigía - San Carlos del Zulía, Venezuela
Estudia: de Licenciatura en Teología en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma

Este es el nombre que he recibido de parte de mis padres al momento de mi nacimiento y de mí Bautismo, Angel Alberto Cepeda Pérez, mis padres son Angel Atilio Cepeda y Adriana del Carmen Pérez de Cepeda, quienes llevan 47 años de matrimonio, fruto del cual hemos nacido 4 hijos (dos hembras y dos varones), Wendy Niraida Cepeda Pérez (47), Angel Atilio Cepeda Pérez (45), Jeidy Nidet Cepeda Pérez (43), por último, Yo (36), que ya he descrito al inicio de este párrafo mi nombre. Soy nativo de San Francisco, Municipio San Francisco del estado Zulia en Venezuela, aunque mi niñez y juventud la viví en Casigua el Cubo, Municipio Jesús Maria Semprun del estado Zulia, donde mis padres hacen vida, ya que era en el pueblo donde se habían erradicado para laborar como educadores.

Crecí en un hogar católico en el que viví mi niñez muy felizmente en este pequeño pueblo llamado Casigua el Cubo, donde realicé mis estudios de Kínder, y primaria en la Escuela Básica donde mi mamá laboraba como educadora. Seguidamente continué mis estudios de secundaria en una  institución donde mi Papá trabajaba como profesor de Geografía y de Cátedra Bolivariana. Al finalizar mis estudios, mis papás me dieron la oportunidad de continuar con los estudios universitarios en la Ciudad de Maracaibo, la cual es la capital del Estado Zulia.

Por otra parte, tanto en mi niñez como en mi adolescencia sentía la necesidad de ayudar a las personas especialmente aquellas que se encontraban en situación especial, a los 9 años hice mi primera comunión en la Parroquia Santísima Trinidad de Casigua el Cubo, parroquia que en este momento era atendida por los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada, seguidamente a los 15 años hice la confirmación bajo las manos de Monseñor Ramiro Diaz quien antiguamente era el Párroco de dicha parroquia y había sido nombrado Obispo en ese entonces del Vicariato Apostólico de Machiques, actualmente Diócesis.  Ya en mi niñez y adolescencia tuve siempre una cercanía con los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada. Además, serví en dicha Parroquia en mi adolescencia por un pequeño tiempo como auxiliar de catequesis sin dejar de tener gran admiración por el Sacerdote y la gran labor que cada uno desempeñaba.

Seguidamente, en el año 2003 inicié mis estudios en la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín con la finalidad de obtener el titulo como Ingeniero en Electrónica Mención Telecomunicaciones, dejando unas pausas en mi proceso formativo ya que sentía que algo mas me faltaba, esto no me llenaba plenamente, en esta intermitencia durante los estudios decidí trabajar un tiempo pero seguía faltando algo en mi vida, luego de un tiempo decidí retomar mis estudios para así culminarlos en 2012, inmediatamente comencé a laborar  con la gobernación del estado Zulia durante 4 años, los cuales me sirvieron para crecer humana y profesionalmente. En el año 2016 decidí renunciar a ese trabajo para irme a Caracas con la finalidad de poder ejercer mi profesión y seguir creciendo como persona, pero a su vez comencé a acercarme un poco más a la Iglesia.

En este sentido, comencé a ayudar a un sacerdote de la Arquidiócesis de Caracas, quien me encargó el manejo de las redes Sociales de la Parroquia El Buen Pastor. En esta oportunidad aproveche para confiarle al párroco sobre mi inquietud vocacional hacia el Sacerdocio y este me sugirió hacer una serie de ejercicios que pudieran llevarme a discernir verdaderamente si era o no llamado por Dios a través de la vocación sacerdotal. Luego de haber hecho todo este discernimiento el Padre me dijo que la decisión de decirle Sí al Señor era mía: fue un momento duro para mí, pero lo viví con mucha alegría y decidí responder al llamado que Dios me hacía, me presenté al Obispo de la Diòcesis de El Vigía – San Carlos de zulia Monseñor Juan de Dios Peña Rojas con las cartas entregadas por el Presbítero de la parroquia donde estaba haciendo mi servicio y el centro Vocacional de la arquidiócesis de Caracas, recibiendo respuesta después de unos días después. Sin embargo, se me decía que tenía que marcharme al Seminario de otra diócesis, ya que la nuestra no cuenta con seminario propio y por este motivo el Obispo debe enviarnos a realizar los estudios a algunas otras Diócesis.  En el Seminario Santo Tomas de Aquino de la Diócesis de San Cristóbal fui admitido y allí cursé mis estudios de Propedéutico y Filosofía durante los años 2017 - 2021.

Angel Alberto Cepeda Perez

Seguidamente, se me brindó la oportunidad de cursar mis estudios de Teología en la Universidad Pontifica de la Santa Croce – oportunidad que acepté con mucha alegría y gratitud – en la cual me encuentro cursando en la actualidad el primer semestre en la facultad de Teología: es una gran oportunidad para la formación de los futuros pastores de la Iglesia Católica recibir una educación de calidad como se imparte en dicha universidad y es una gran alegría para mi poder responder con generosidad a esta oportunidad, sobre todo teniendo en cuenta la situación tan difícil de mi País, mi querido Venezuela.

En este momento, en particular, se vive en Venezuela una crisis socio – económica causada por el gobierno, ya que ha destruido el sistema educativo, el sistema económico el sistema productor y también la industria petrolera, principal fuente de ingresos para la nación, causando una inflación económica que ha llevado a gran parte de las familias venezolanas a una pobreza total, imposibilitando a que los jóvenes puedan optar por estudiar una carrera – ya que las universidades públicas han sido destrozadas en su mayoría – y acceder a la educación privada es imposible para las familias de recursos limitados. 

Además, existe un totalitarismo en cuanto a que el gobierno es quien controla todo el sistema judicial, electoral y ejecutivo. En este sentido, no existe justicia más que la que el gobierno quiera implementar. Por otra parte, también hay una gran división en los partidos políticos de oposición que no han permitido a su vez una estrategia que permita dar respuesta a la problemática nacional. 

Aún más por eso, me siento felizmente agradecido con Dios por haberme llamado a seguirle, llamado al cual siempre responderé con mucha alegría, para servir a la Iglesia en mi País que tanto sufre. Y particularmente agradecido estoy con los bienechores de CARF, Centro Académico Romano Fundación, quienes me brindan la oportunidad de estudiar en tan ilustre Universidad de la Santa Cruz.

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