Paulo Bronzato Silva es un sacerdote de la diócesis de Botucatu en Brasil.
"Provengo de una familia católica en la que, desgraciadamente mis padres se separaron. Yo me crie con mi madre y con el resto de mis hermanos.
Además, tengo la suerte de tener muchos primos y todos los niños juntos, íbamos a la Misa. Recuerdo que nos dejaban ir solos y para nosotros era un rato muy divertido y alegre.
Poco a poco me fui integrando más en la vida parroquial y en la catequesis. Comencé mi camino vocacional siendo acólito en mi parroquia: el Sagrado Corazón de Jesús.
Entré en el Seminario de Botocatu y aunque sentía que estaba dejando de lado otra de mis pasiones: la comunicación, la llamada de Dios era más fuerte.
Cuando terminé mi formación en filosofía y teología, fue asignado a labores pastorales primero como ayudante en una parroquia y después de mi ordenación el 2 de mayo de 2015, como párroco.
Durante cuatro años fui párroco y ayudé con diversas labores en mi diócesis, hasta que mi obispo decidió que tenía que venir a Roma, a la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, a continuar mi formación en Derecho Canónico.
Les agradezco enormemente su generosidad y todo el bien que hacen para la formación de sacerdotes y con la Iglesia universal.
Les prometo mi oración permanente por ustedes y sus familias. "
