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28 June, 25

inmaculado corazón de la virgen maría

Intercesión del Inmaculado Corazón de la Virgen María

The Virgin Mary intercedes for each one of us. Just as for a mother her children are unique and different from one another, so are we for Mary. She always keeps for us a look that invites us to trust and brings us closer to her, and thus we come to Jesus through Mary.

A Jesús se va y se vuelve por María. La plegaria insistente al Inmaculado Corazón de la Virgen María, Madre de Dios, se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el Sagrado Corazón del Hijo. Ella es omnipotente por gracia.

Some time ago Pope Saint John Paul II, en Redemptoris Mater escribió sobre la intercesión de la Virgen y puntualizó que ella «cooperó libremente en la obra de la Salvación de la humanidad, en profunda y constante sintonía con su divino Hijo».

Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!
All, with Peter, to Jesus through Mary!St. Josemaría Escrivá.

From this cooperation "derives the gift of universal spiritual motherhood: associated with Christ in the work of Redemption, which includes the spiritual regeneration of humanity, she becomes the Mother of men reborn to a new life".

It is the Virgin Mary who "guides the Church's faith towards an ever deeper acceptance of the Word of God, sustaining its hope, encouraging charity and fraternal communion, and fostering apostolic dynamism.

God wanted to unite "to the priestly intercession of the Redeemer the maternal intercession of the Virgin Mary. It is a function that she exercises for the benefit of those who are in danger and in need of temporal favors and, above all, of eternal salvation".

Letanías que van directas al Inmaculado Corazón de la Virgen María 

The titles with which we Christians address Our Lady when we recite the litanies that accompany the prayer of the Holy Rosary, "help us to better understand the nature of her intervention in the life of the Church and of each of the faithful". St. John Paul II.

As Advocate, she defends her children and protects them from harm caused by their own faults. Christians invoke our Mother as Helper, recognizing her maternal love that sees the needs of her children and is ready to intervene to help them, especially when eternal salvation is at stake.

Recibe el título de Socorro porque está cerca de cuantos sufren o se encuentran en situaciones de grave peligro. Y como maternal Mediadora, ella presenta a Cristo nuestros deseos, nuestras súplicas y nos transmite los dones divinos, intercediendo continuamente en favor nuestro.

"Mother! -call her loudly, loudly. -She hears you, sees you in danger perhaps, and offers you, your Holy Mother Mary, with the Grace of her Son, the consolation of her lap, the tenderness of her caresses: and you will find yourself comforted for the new struggle." san Josemaría Escrivá, Camino N° 516.

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Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María del Papa Francisco (25 de marzo de 2022).

La intercesión del Inmaculado Corazón de la Virgen María: mediación en Cristo

María no quiere atraer la atención hacia su persona. Vivió en la tierra con la mirada fija en Jesús y en el Padre celestial. Su deseo más intenso consiste en hacer que las miradas de todos converjan en esa misma dirección del Inmaculado Corazón de la Virgen María al Sagrado Corazón de su hijo Jesús. Quiere promover una mirada de fe y de esperanza en el Salvador que nos envió el Padre. Con esta mirada de fe y de esperanza, impulsa a la Iglesia y a los creyentes a cumplir siempre la voluntad del Padre, que nos ha manifestado Cristo.

De la Homilía sobre la Virgen pronunciada por san Josemaría Escrivá, el 11 de octubre de 1964, e incluida en el libro Amigos de Dios. «Ahora, en cambio, en el escándalo del Sacrificio de la Cruz, Santa María estaba presente, oyendo con tristeza a Those who passed by blasphemed, shaking their heads and crying out, "You who tear down the temple of God and in three days rebuild it, save yourself; if you are the Son of God, come down from the Cross.Our Lady listened to the words of her Son, joining in his pain: My God, my God, why have you forsaken me?.

What could she do? Fuse herself with the redeeming love of her Son, offer to the Father the immense pain - like a sharp sword - that pierced his pure Heart.

De nuevo Jesús se siente confortado, con esa presencia discreta y amorosa de su Madre. No grita María, no corre de un lado a otro. Stabat: está en pie, junto al Hijo. Es entonces cuando Jesús la mira, dirigiendo después la vista a Juan. Y exclama: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dice al discípulo: ahí tienes a tu Madre. En Juan, Cristo confía a su Madre todos los hombres y especialmente sus discípulos: los que habían de creer en Él.

Felix culpa"Happy fault, sings the Church, happy fault, because she has achieved to have such a great Redeemer. Happy fault, we can also add, that we have merited to receive Holy Mary as our Mother. We are already sure, nothing should worry us anymore: because Our Lady, crowned Queen of heaven and earth, is the omnipotence supplicant before God. Jesus can deny nothing to Mary, nor can He deny anything to us, children of His own Mother (Friends of God, 288).

Mary was intimately united to her sacrifice, a sacrifice that involved continuing to keep things in her heart. The 7 Sorrows of the VirginThe moments in the life of the Virgin Mary where she was united to Jesus in a particular and unique way. This allowed her to share the depth of her Son's sorrow and the love of his sacrifice.

And accompanies Jesus step by step

"Do whatever He tells you." John 2:5. It is John who recounts the scene at Cana. He is the only evangelist who has recorded this trait of maternal solicitude. St. John wants to remind us that the Virgin was present at the beginning of the Lord's public life.

Esto nos demuestra que ha sabido profundizar en la importancia de esa presencia del Inmaculado Corazón de la Virgen María, que siempre está presente. Jesús sabía a quién confiaba su Madre: a un discípulo que la había amado, que había aprendido a quererla como a su propia madre y era capaz de entenderla.

Among creatures, no one knows Jesus better than Our Lady, no one like his Mother can introduce us to a profound knowledge of his mystery.

Leo XIII, in an Encyclical on the Rosary, says: "By the express will of God, no good is granted to us except through Mary; and as no one can come to the Father except through the Son, so generally no one can come to Jesus except through Mary".

Mary is the mother of all Christians

«Cooperó con su caridad para que nacieran en la Iglesia los fieles, miembros de aquella cabeza, de la que es efectivamente madre según el cuerpo», san Agustín, De sancta virginitate, 6.

St. Luke, the evangelist who narrated the infancy of Jesus at the greatest length. It seems as if he wanted us to understand that, just as Mary played a leading role in the Incarnation of the Word, in an analogous way she was also present at the origins of the Church, which is the Body of Christ.

From the first moment of the Church's life, all Christians who have sought God's love, that love which is revealed to us and made flesh in Jesus Christ, have encountered Our Lady, and have experienced her maternal solicitude in many different ways.

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Bishop Alvaro del Portillo, Prelate of Opus Dei, in 1987, in Toshi.

Acercarse al Inmaculado Corazón de la Virgen María

«Jesús es un camino transitable, abierto a todos. La Virgen María hoy nos lo indica, nos muestra el camino: ¡Sigámosla! Y Tú, Madre Santa de Dios, acompáñanos con tu protección, Amén», Benedicto XVI, Homilía del 01/02/2012.

Como prelado del Opus Dei, Mons. Álvaro del Portillo en 1987 habló sobre el poder de intercesión de la Virgen María, cuando viajo a la isla de Toshi, frente a la costa de Toba en Japón.

"You see the power of our Mother's intercession. When she asks, her Son God cannot say no, he says yes. She is the good little Mother of God and God says yes to his good little Mother. And this good little Mother of God is also a good little Mother, who always listens to us, who hears us and listens to us. And that is why, when we are in trouble, when we are in pain, when we are in sorrow, it is convenient to turn to the Blessed Virgin so that she, who can do everything, may intercede with her Son".

As good children we must love our Heavenly Mother every day; we know that She is a gift from Jesus, and God gives us the Immaculate Heart of Mary for our salvation, to bring us closer to Him.

Y para pedir la intercesión de la Virgen María, desde los primeros tiempos de la Iglesia, ya se rezaba: «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita».

La oración a la Virgen María del Papa Benedicto

El 12 de mayo de 2010, durante su peregrinación al Santuario de Fátima, el Pope Benedict XVI pronunció una oración ante la imagen de la Virgen María en la Iglesia de la Santísima Trinidad, con la que consagró a los sacerdotes al Corazón Inmaculado de María.

«Madre Inmaculada, en este lugar de gracia, convocados por el amor de tu Hijo Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, nosotros, hijos en el Hijo y sacerdotes suyos, nos consagramos a tu Corazón materno, para cumplir fielmente la voluntad del Padre.

Somos conscientes de que, sin Jesús, no podemos hacer nada (cfr. Jn 15,5) y de que, sólo por Él, con Él y en Él, seremos instrumentos de salvación para el mundo.

Esposa del Espíritu Santo, alcánzanos el don inestimable de la transformación en Cristo. Por la misma potencia del Espíritu que, extendiendo su sombra sobre Ti, te hizo Madre del Salvador, ayúdanos para que Cristo, tu Hijo, nazca también en nosotros. Y, de este modo, la Iglesia pueda ser renovada por santos sacerdotes, transfigurados por la gracia de Aquel que hace nuevas todas las cosas.

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Madre de Misericordia, ha sido tu Hijo Jesús quien nos ha llamado a ser como Él: luz del mundo y sal de la tierra (cfr. Mt 5,13-14). Ayúdanos, con tu poderosa intercesión, a no desmerecer esta vocación sublime, a no ceder a nuestros egoísmos, ni a las lisonjas del mundo, ni a las tentaciones del Maligno.

Presérvanos con tu pureza, custódianos con tu humildad y rodéanos con tu amor maternal, que se refleja en tantas almas consagradas a ti y que son para nosotros auténticas madres espirituales.

Madre de la Iglesia, nosotros, sacerdotes, queremos ser pastores que no se apacientan a sí mismos, sino que se entregan a Dios por los hermanos, encontrando la felicidad en esto. Queremos cada día repetir humildemente no sólo de palabra sino con la vida, nuestro “aquí estoy”.

Guiados por ti, queremos ser Apóstoles de la Divina Misericordia, llenos de gozo por poder celebrar diariamente el Santo Sacrificio del Altar y ofrecer a todos los que nos lo pidan el sacramento de la Reconciliación.

Abogada y Mediadora de la gracia, tu que estas unida a la única mediación universal de Cristo, pide a Dios, para nosotros, un corazón completamente renovado, que ame a Dios con todas sus fuerzas y sirva a la humanidad como tú lo hiciste. Repite al Señor esa eficaz palabra tuya: “no les queda vino” ( Jn 2,3), para que el Padre y el Hijo derramen sobre nosotros, como una nueva efusión, el Espíritu Santo.

Lleno de admiración y de gratitud por tu presencia continua entre nosotros, en nombre de todos los sacerdotes, también yo quiero exclamar: “¿quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor? (Lc 1,43) Madre nuestra desde siempre, no te canses de “visitarnos”, consolarnos, sostenernos. Ven en nuestra ayuda y líbranos de todos los peligros que nos acechan.

Con este acto de ofrecimiento y consagración, queremos acogerte de un modo más profundo y radical, para siempre y totalmente, en nuestra existencia humana y sacerdotal. Que tu presencia haga reverdecer el desierto de nuestras soledades y brillar el sol en nuestras tinieblas, haga que torne la calma después de la tempestad, para que todo hombre vea la salvación del Señor, que tiene el nombre y el rostro de Jesús, reflejado en nuestros corazones, unidos para siempre al tuyo. Así sea».


Bibliography:

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