Un testamento solidario es un tipo de documento legal en el que una persona física o jurídica destina parte o la totalidad de su herencia a una institución de la Iglesia, una causa benéfica, organización sin fines de lucro (como la Fundación CARF), ONG o institución de ayuda social.
Su objetivo es contribuir a una causa altruista después de su fallecimiento. Este tipo de testamento solidario permite que el testador deje un legado con impacto social, asegurando que sus bienes se utilicen para apoyar iniciativas que reflejen sus valores y compromisos religiosos o éticos.
Incluir a la Fundación CARF en tu testamento es una manera especial de apoyar la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos de todo el mundo, asegurando que puedan continuar su preparación para llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra, ayudando a mantener la Папський університет Святого Хреста y las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra, así como los seminarios y colegios mayores donde residen los seminaristas y sacerdotes que se benefician de tu generosidad. Si te planteas esta posibilidad, aquí te explicamos cómo hacerlo en cinco sencillos pasos.
Tomarse un tiempo para decidir qué destino dar a los bienes acumulados a lo largo de la vida es un acto de responsabilidad y de generosidad.
Compartir esta reflexión con familiares o personas de confianza te ayudará a tomar la mejor decisión. En la Fundación CARF podemos asesorarte para que tu testamento refleje fielmente tus deseos y contribuya a la misión universal de la Iglesia.
Recuerda que un testamento solidario no afecta a los derechos de tus herederos legítimos, sino que permite que una parte de tu patrimonio se destine a una causa en la que crees.
El notario se encargará de que tu testamento quede redactado conforme a la ley y refleje con precisión tu voluntad. Para que todo el proceso sea sencillo, es conveniente llevar:
Si decides incluir a la Fundación CARF, el notario se asegurará de que todo quede correctamente formalizado y que tu generosidad se traduzca en un impacto real y sostenido a lo largo del tiempo.
Una vez firmado el testamento solidario, es importante que guardes una copia en un lugar seguro y que informes a alguien de confianza sobre su existencia y ubicación.
También puedes optar por digitalizar el documento, siempre recordando que el documento legalmente válido será el original firmado ante notario.
Hacer partícipe a Fundación CARF de tu decisión permite que podamos garantizar el cumplimiento de tu voluntad en el futuro. Además, podemos asesorarte sobre la mejor forma de canalizar tu legado solidario y de maximizar su impacto.
Esta comunicación nos ayuda a planificar mejor el uso de los recursos, asegurando que tu legado o testamento solidario se utilice de manera eficaz para la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos de todo el mundo.
Contar tu decisión a alguien de confianza es clave para que, llegado el momento, se pueda ejecutar sin dificultades. Esto facilita que tu testamento solidario se cumpla conforme a tus deseos y que tu generosidad se traduzca en oportunidades reales para quienes más lo necesitan. Hablar con un albacea o con tu familia sobre tu decisión evita confusiones y ayuda a que tu voluntad sea respetada.
Gracias a tu testamento solidario, tu compromiso con la formación de семінаристи y sacerdotes diocesanos seguirá vivo, y tu generosidad se convertirá en un legado permanente que trascenderá en el tiempo.
Si necesitas más información o asesoramiento, estamos a tu disposición.