La Fundación CARF (acrónimo que significa Centro Académico Romano Fundación) promueve actividades de carácter cultural, encaminadas al fomento y al desarrollo de las humanidades en todas sus manifestaciones, y, primordialmente, la formación específica que reciben los seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de la Iglesia Católica.
Creemos que es posible mejorar la vida cotidiana de las personas, a través de una formación integral de jóvenes con vocación que sirvan desde el sacerdocio. Por esta razón, la Fundación CARF, gracias a sus benefactores, contribuye económicamente para que seminaristas, sacerdotes diocesanos y religiosos de todo el mundo puedan recibir una sólida preparación académica, teológica, humana y espiritual.
Gracias a personas generosas como tú, los candidatos pueden completar su formación académica, teológica, humana y espiritual en universidades y seminarios de Roma y Pamplona.
Cada año, más de 800 obispos de todo el mundo solicitan ayudas para poder formar a sus estudiantes en la PUSC y en la UNAV. La mayoría de las vocaciones nacen hoy en países de África, Asia o de América, carentes de medios.
131 países envían candidatos a universidades y centros de formación.
Con la ayuda de un director espiritual, podemos caminar firme en el seguimiento de Cristo. Y como el joven rico del Evangelio, le preguntamos a Jesús, “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?”. Cada persona es un mundo diferente con sus propias historias y experiencias de vida. Dios tiene un plan específico para cada una.
De la Casa Blanca a la Santa Sede. Entre el poder político y espiritual (Ed. Almuzara) es otro ejemplo del interés de su autor por la primera potencia mundial, sus presidentes, las campañas electorales o los magistrados del Tribunal Supremo, aunque a la vez es un buen conocedor de los últimos pontificados en la Iglesia, expresión de un poder y una influencia espirituales que van mucho más allá del mundo católico.
Mwamba Nicholas Chisongo creció en Zambia como un monaguillo que ayudaba en misa a los misioneros europeos que llevaban el Evangelio a su tierra. Así se fue despertando la vocación en un niño que hoy es sacerdote y doctor en Derecho Canónico. Tras un largo paso por Roma ahora tiene la importante responsabilidad de formar a los futuros miembros del clero en el seminario nacional de este país africano, pobre materialmente pero muy rico en el plano espiritual.
