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Mi madre le rogó a Dios que le diera un hijo, y se lo diera como sacerdote de su pueblo

Nombre: Pedro Vuvu Kindoki.
Edad: 26 años.
Situación: Seminarista.
Origen: Mbanza, Angola
Estudia: Teología en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma.

La historia de Pedro

«Mi vocación tiene una larga historia. Nací en una familia profundamente cristiana, en un hogar que sólo producía hijas. Un día, en la misa de ordenación sacerdotal, mi madre le rogó a Dios que le diera un hijo, y se lo diera como sacerdote de su pueblo, como había hecho la mujer Ana en la Biblia. Unos meses después, mi madre concibió y dio a luz a un hijo; mi padre y ella glorificaron a Dios, y con esmero me dieron una educación humana y religiosa.

Desde mi niñez, siempre quise ser sacerdote. No me gustaba faltar a las misas, porque eran momentos en los que me sentía muy feliz. Durante mi adolescencia fui acólito y corista en mi parroquia, como una forma de ejercicio vocacional. En 2015 entré al Seminario. De 2015 a 2016 asistí al seminario são Salvador en Dioese Mbanza Kongo, del cual soy miembro, mientras estudiaba en el Liceu do Tuku. De 2017 a 2019, asistí al seminario mayor de São Paulo en la Diócesis de Uíje, donde tomé el curso superior de filosofía.

Desde 2020 estoy en el colegio Eclesiástico Internacional Sedes Sapientiae y estoy estudiando el tercer año de teología en la Pontificia Università della Santa Croce. He tenido muchas buenas experiencias durante mi trayectoria profesional. Aproveché al máximo mi formación en Roma.

En mi tiempo libre: visito iglesias, camino con amigos para descubrir la ciudad de Roma, canto porque amo la música y también hago lo bueno que la realidad de hoy me ofrece. Gracias por toda su ayuda».