"Ante todo, reciban un saludo de paz y fraternidad de Dios nuestro padre, deseándoles siempre que él mismo bendiga sus vidas y la labor que desempeñan en favor de la formación de tantos sacerdotes y seminaristas.
Mi nombre es Carmelo Figueredo Quispe sacerdote boliviano de la Diócesis de Coroico, con pocos sacerdotes, pero con un pueblo dispuesto a conocer a Dios. Vengo de una familia sencilla, somos 4 hermanos, yo el tercero, mis padres ya en cielo, que en paz descanse. Mi vocación fue mediante la difícil situación que vivíamos, Solo con mama. A mis trece años mi padre falleció, mi madre tuvo que luchar para sacarnos adelante. Luego de hacer mi servicio militar, sentí el llamado del Señor.
En 2003 ingrese al Seminario Mayor del Espíritu Santo "Espada" Sorata Bolivia, en el curso de propedéutico. Luego dos años de filosofía, y cuatro años de teología. Recibí el sacramento del Orden de manos Mons. Juan Vargas. Fue un regalo hermoso de nuestro creador. Luego acepté el encargo de mi obispo para formarme un poco más en vistas a colaborar con el tribunal diocesano de mi diócesis, es por eso que me enviaron a estudiar Derecho Canónico en la Universidad de Navarra.
Agradeciendo que me hayan ayudado durante este periodo de la licenciatura, por su confianza depositada colaborando económicamente con mi formación. La verdad me siento afortunado por ese acto de caridad que nos brindaron, y que nos permite comprometernos más con nuestras diócesis en el cumplimiento de la misión que el Señor encomendó a su Iglesia.
Reitero mis saludos y me despido con un corazón agradecido".