DONA AHORA

Desde muy pequeño sentí el llamado a servir a Dios en su Iglesia.

Nombre: Axel David Castillo Cardona.
Edad: 28 años.
Situación: Seminarista.
Origen: Santa Rosa de Lima, Guatemala.
Estudia: Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona.

La vocación es don y misterio y es así como la describo en mi vida

Axel David Castillo Cardona es un seminarista de la Diócesis de Santa Rosa de Lima, Guatemala. 

«San Juan Pablo II decía que "la vocación es don y misterio”, y es así como precisamente puedo describirla en mi vida; desde muy pequeño sentí el llamado a servir a Dios en su Iglesia, mis padres nos llevaban a mí y a mis dos hermanos menores a la Eucaristía cada domingo y nos formaron en valores y enseñanzas cristianas.

Fue cuando era un adolescente, luego del sacramento de la Confirmación en que me integré al servicio de mi comunidad parroquial, inicié siendo lector, luego parte de la pastoral juvenil de mi comunidad; luego responsable de la pastoral juvenil de toda mi parroquia y posteriormente de la pastoral juvenil de la Diócesis; asimismo acompañando el consejo pastoral y a la labor misionera de mi parroquia. 

Todo ello, en paralelo a mis estudios universitarios que realicé en la Universidad de San Carlos y el trabajo que diariamente realizaba. En medio del servicio y de las labores diarias fui descubriendo un llamado especial para consagrar mi vida al ministerio sacerdotal.

No fue hasta el 2017, luego de haber finalizado los estudios universitarios, donde manifesté a mi párroco mis inquietudes vocacionales. Él me orientó para participar de los encuentros de candidatos y posteriormente ingresé al Seminario Mayor Nacional de la Asunción en Guatemala, donde inicié en el 2018 la formación.

Una experiencia totalmente diferente, un nuevo estilo de vida fundamentado en el continuo encuentro con Cristo y con los demás hermanos, una vida asidua de oración, formación integral y convivencia fraterna han sido los pilares que fortalecen cada día mi opción vocacional de servir a Dios y mis hermanos. 

Luego de iniciar los estudios filosóficos, me otorgaron la oportunidad de continuar la formación en el Seminario Eclesiástico Internacional Bidasoa y los estudios teológicos en la Universidad de Navarra, una experiencia totalmente edificante; la vida sacramental, la excelente formación académica, el acompañamiento espiritual, la vida de oración y la convivencia fraterna, con una diversidad de hermanos provenientes de muchos países y de diversos idiomas, han fortalecido mis convicciones vocacionales y abierto el horizonte hacia la universalidad de la Iglesia.