Ramón Antonio Santana Castillo es un sacerdote católico de la diócesis de San Pedro de Macorís, en la República Dominicana.
Nació en la comunidad San Rafael al este de la República Dominicana. Es bautizado a los 4 años en la comunidad que le vio nacer, pero que luego su familia debió abandonar para trasladarse a la provincia de San Pedro de Macorís, en la que buscaban calidad de vida y garantía de estudios para sus hijos.
Ramón inicia los estudios primarios denotando por sus travesuras más que por las buenas calificaciones. Ya en la adolescencia se ve más aplicado y dedicado a los estudios, a su vez manifiesta un especial amor por el beisbol, sin dejar de destacase en el baloncesto, fútbol, artes marciales y otros deportes.
El deporte y su pasión por el dibujo le llevaron a acercarse de nuevo a la Iglesia que le regaló la gracia del bautismo.
En 1995 fue parte del Movimiento Anti-Osio (MAO) una iniciativa del sacerdote español Julio Silla Navarro, en la que ofrecía espacio de formación, recreación y vida espiritual para todos los jóvenes y adolescentes de la parroquia y su entorno. Atraído por el dibujo artístico ingresa a MAO y queda prendado de la alegría del anciano sacerdote Julio Silla. De inmediato la vida parroquial comenzó a ser parte de sus prioridades, sirve como monaguillo, forma parte de la comunidad de adolescentes santo Domingo Savio y luego del grupo juvenil Don Bosco.
Asumió al P. Silla como su pedagogo, recibía de él las enseñanzas, motivaciones y correcciones con las que sabía debía contar para ser hombre de bien: ¨Ramón Antonio, si te caes mil veces, levántate mil y una, pero levántate¨.
La cercanía con el P. Silla, ver su pasión por los jóvenes, su eterna alegría y su especial amor a Jesús eucaristía, provocaron en el adolescente las preguntas ¿y por qué yo no? ¿también yo puedo ser sacerdote? De ahí en adelante no hacía más que buscar respuestas a sus inquietudes.
Conoció a un seminarista, inició los encuentros vocacionales, y en 1998 ingresa al seminario menor San Pedro Apóstol, termina la secundaria y es enviado al propedéutico. Finalizado el año ingresa al Pontificio Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino. Entre los años 2003 y 2012 obtiene las licencias de filosofía y teología.
El 29 de junio del 2012, solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, llegó el día esperado, su consagración sacerdotal. Es el mismo día en que todos sus anhelos de servicios, donación y entrega a favor de la Iglesia deben ser enfocados en su primera misión.
En su primer año el obispo le encomienda la guía pastoral de dos parroquias, la primera de ellas, San José de El Valle, la misma en la que una vez recibiera la gracia del bautismo.
Ese mismo año es designado director diocesano de la pastoral juvenil y delegado para la comisión nacional.
¡Ardía su corazón por el trabajo con los jóvenes! Los jóvenes eran su pasión, el lugar donde gritar que amaba a Cristo y a su esposa la Iglesia.
Tres años más tarde recibe una nueva misión, rector del seminario menor San Pedro Apóstol, y a la vez director nacional de la pastoral juvenil, servicios que desempeñó con dedicación y entusiasmo por más de tres años.
El año 2018 fue realmente especial: fue nombrado cura párroco de la parroquia San José Obrero, sí, la misma en la que volvió a abrazar su fe bautismal, en la que conoció al P. Silla, la misma en la que sintió el llamado de Jesús para servirle con plena alegría en la vocación sacerdotal.
Dejo mi vida en manos de Dios ¡Dios y sus planes! me han traído hasta Roma para continuar mi formación
"Hoy estoy en Roma, en la Universidad Pontificia de la Santa Croce, muy próximo a la tumba de Pedro y asumiendo una nueva misión como estudiante de Comunicación Institucional.
Estoy muy agradecido con Dios y con ustedes por esta oportunidad que me dan y sobre todo por todas sus oraciones. Les tengo muy presentes en las mías."
Apoya una vocación en cualquier lugar del mundo
Una beca completa de 18.000 euros es el importe necesario para que un candidato pueda vivir y estudiar durante un año, en las localizaciones de sus universidades, sean en Roma o Pamplona. Las diócesis más necesitadas del mundo requieren una beca completa para sus candidatos. En muchos casos, la diócesis sufraga parte de este coste requiriéndose un importe menor, que siempre esta indicado junto al candidato que lo solicita.
¿En qué consiste una beca completa?
Mas de 800 obispos de los cinco continentes, solicitan ayudas al estudio para sus candidatos a través de las becas. Gracias a los benefactores como tu, CARF hace frente a la mayoría de las solicitudes, pero las necesidades son crecientes y queremos que todas las peticiones sean atendidas.
En la gráfica podrás ver la composición de una beca completa.
Si no hubiera sacerdotes, no habría Iglesia. Que no se pierda ninguna vocación por falta de recursos.
Margarita, donante de CARF
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