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The formation of lay people in canon law

05/11/2025

Fabiana Valdevino, formación de laicos en Derecho Canónico

La historia vocacional de Fabiana Valdevino de Souza, brasileña de Recife, es un testimonio de encuentro personal con Cristo y servicio eclesial a través de la Comunidad “Eis aí tua Mãe (He ahí tu Madre)–Obra de María”.

Su camino, desde la Renovación Carismática hasta los estudios en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, muestra cómo la gracia de Dios transforma la vida y abre horizontes de misión para la Iglesia de hoy, impulsando la formación de laicos para las nuevas comunidades que surgen en ella.

Fabiana nació el 23 de marzo de 1980 en Recife, en la región Nordeste del Brasil, y hoy está cursando el último año de la Licenciatura en Derecho Canónico, gracias a la Fundación CARF, quien le otorgó una ayuda durante su carrera.

Un encuentro con Jesús que transforma

Soy brasileña, nací en la ciudad de Recife, en el estado de Pernambuco, en la región nordeste del Brasil. Soy la hija menor de cuatro hermanos. Mi familia siempre ha sido católica: mi madre, una mujer profundamente comprometida y practicante de la fe católica y de los sacramentos; mi padre, aunque no practicante, nos animaba a mis hermanos y a mí a participar y seguir a mi madre. Crecí en un ambiente donde los valores cristianos nos eran presentados y testimoniados por mis padres como una realidad de la vida cotidiana.

Pero fue alrededor de mis 13 años cuando tuve una experiencia personal con Jesús vivo, a través de la Renovación Carismática católica. A partir de esa experiencia, Jesús pasó a ser alguien cercano a mí, que vivía conmigo, que me acompañaba en los momentos de estudio y también en mis ratos de ocio, cuando estaba con mis amigos. Jesús estaba conmigo en mi día a día. No era solamente un Dios que me daba reglas (los diez mandamientos) para cumplir, sino un Dios que me quería alegre y feliz en lo cotidiano de mi vida.

La experiencia renovó la práctica sacramental y la vida de oración

A través de esta experiencia, la participación en la Santa Eucaristía adquirió un nuevo sentido: empecé a asistir diariamente, no solo por obligación los domingos.

Nació en mí el deseo de leer la Biblia, conocer más sobre la fe católica, participar con más fervor en el sacramento de la Confesión. Comencé a integrarme en un grupo de oración de la Renovación Carismática católica, a interesarme en actividades y obras sociales, deseando que otras personas también pudieran tener ese mismo encuentro personal con Jesús que dio un sentido nuevo a mi vida.

Todo lo bueno se volvió aún mejor, y lo que antes consideraba negativo aprendí a verlo de otra manera, descubriendo incluso el sentido a las dificultades.

Este encuentro personal con Jesús fue un punto de inflexión en mi vida. Estoy muy agradecida a Dios porque ocurrió al inicio de mi adolescencia, dándome una base fundamental. Nació en mí un deseo de santidad: hacer todo bien y hacerlo por Dios, dando sentido a los valores que mis padres me enseñaban, a las actitudes que veía en ellos y que ahora encontraban un significado más profundo en el amor de Dios por mí, por mi familia y por cada persona.

fabiana familia
Fabiana Valdevino de Souza junto a su padre y a su madre.

De la Renovación Carismática al servicio en las nuevas comunidades

Sin embargo, con los años, comencé a sentir que Dios me pedía más, y que yo también deseaba darle más al Señor. Fue entonces cuando, por primera vez, pensé en vivir en una nueva comunidad. Después de algunos meses de oración y discernimiento, tuve el valor de buscar al Fundador y a los responsables de la comunidad He ahí a tu Madre–Obra de María para compartir lo que sentía y expresar mi deseo de hacer una experiencia comunitaria.

Años después conocí la Comunidad He ahí a tu Madre–Obra de María, una nueva comunidad nacida en el barrio de Várzea, donde yo vivía en Recife. Al entrar en contacto con los primeros miembros de la comunidad, experimenté sentimientos encontrados: por un lado, me impresionaba su valentía al dejarlo todo –la casa paterna, su ciudad– para vivir en comunidad con el objetivo de evangelizar; por otro lado, me parecía un desafío enorme. Lo primero que pensé fue: «¿y mis proyectos?, ¿y mis sueños?, ¿voy a renunciar a todo? No es necesario… ya sigo a Jesús, ya estoy cumpliendo mi parte».

Así fue como asumí, como forma de vida, el carisma de la comunidad: evangelizar de todas las formas, con alegría, ayudando a la Iglesia local en sus diversas necesidades, invitando a todos a llevar a la Virgen María a su casa, tanto en una dimensión física como espiritual. Evangelizar y servir a la Iglesia como la Virgen María, guiados por la gracia del Espíritu Santo. Para realizar la misión de la comunidad fui enviada a nuestra casa de misión en Roma, donde desarrollamos nuestro apostolado en una parroquia de la periferia.

La formación de laicos: descubrir el Derecho Canónico

Tras algunos años en Roma, un amigo de la comunidad nos habló sobre el curso Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, organizado por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Nos dijo que él ya lo había hecho y que sería muy bueno que yo y otra misionera también participáramos, para ayudar en las necesidades de la comunidad. Hablé con nuestro fundador y después de compartirlo con el Consejo General, recibimos la propuesta de realizar el curso. Ese fue nuestro primer contacto con la PUSC.

A partir de ese curso comprendimos mejor la necesidad de que algunos miembros se adentraran en el mundo del Derecho Canónico, para ayudar de manera especial a la Comunidad y, al mismo tiempo, prevenir errores futuros. Al inicio pensamos que era algo destinado a la formation of priests. Sin embargo, al compartirlo con los organizadores del curso, fuimos animadas a reconocer la importancia de que también las laicas de una nueva comunidad se dediquen al estudio del Derecho Canónico, dado que esta realidad es todavía nueva y requiere la preparación de laicos.

Con algo de miedo, pero también con entusiasmo, inicié mis primeros pasos en el ISSRA y después en el curso de Derecho Canónico. Con el tiempo, reconocí como providencia divina la oportunidad de poder estudiar Derecho Canónico, especialmente en la PUSC, donde se nos presenta siempre con su verdadero fin: la contribución a la salus animarum. Sin este objetivo, el estudio se volvería frío y distante de la misión para la que la Iglesia existe con toda su estructura.

Religiosas estudiando en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz
Religiosas, en una clase de la PUSC.

Ayudas Fundación CARF, apoyo clave para la formación

La financiación de las ayudas al estudio que gestiona la Fundación CARF, gracias a la generosidad de miles de benefactores y amigos, resulta clave para la formación de seminaristas y sacerdotes diocesanos, pero también para los religiosos y religiosas de movimientos nuevos y consolidados en la Iglesia.

«Ante esta oportunidad de recibir una formación sólida, mi deseo con la Licenciatura de Derecho Canónico es ayudar a mi comunidad, pero también a otras comunidades y movimientos en Brasil y en el mundo. Deseo servir mejor y ser fiel a la llamada que el Señor me ha hecho, y por esto estoy enormemente agradecida a los benefactores de la Fundación CARF por darme esta gran oportunidad de recibir una ayuda concreta en mi formación», agradece Fabiana Valdevino de Souza.


Gerardo Ferrara, Degree in History and Political Science, specializing in the Middle East. Head of the student body at the Pontifical University of the Holy Cross in Rome.


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