Jorman se quedó solo en Venezuela, después de que sus hermanas y sus padres partieran para Colombia. Pero, antes de su partida y con amor infinito, sus padres pasaron con él una última Navidad. También le acompañaron cuando ingresó en el Seminario propedéutico de la diócesis de Cabimas. Jorman Rafael Cáceres tenía entonces 22 años y fue recibido con los brazos abiertos en el seminario de su diócesis.
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