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22 noviembre, 24

¿Qué es la indulgencia plenaria y su significado?

¿Qué es la indulgencia plenaria y cómo obtenerla?

El Espíritu Santo, a través de Su Iglesia, da a los cristianos, herramientas para alcanzar el Cielo. Una de ellas es la Indulgencia plenaria.

La indulgencia plenaria, es un regalo extraordinario de la Iglesia Católica, que permite la remisión completa de la pena temporal que queda después de que los pecados han sido perdonados en el sacramento de la confesión.

Desde el año 1983 el Código de derecho canónico (c. 992) y el Catecismo de la Iglesia católica (n. 1471), definen la indulgencia de la siguiente manera:

«La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».

San Josemaría también resaltó la profundidad espiritual de las indulgencias al afirmar: «las indulgencias son una manifestación de la misericordia infinita de Dios» (Camino, 310).

Diferencia entre indulgencia plenaria y parcial

La indulgencia plenaria y la parcial son expresiones de la infinita misericordia de Dios. Aunque difieren en su alcance, ambas nos animan a buscar la santidad a través de la fe, la oración y las obras de caridad.

La indulgencia plenaria es un regalo extraordinario, ya que remite por completo la pena temporal que queda tras el perdón de los pecados en el sacramento de la confesión. Es un acto de amor que nos permite presentarnos ante Dios purificados libres de cualquier mancha que nos aleje de Su presencia.

Por otro lado, la indulgencia parcial remite solo una parte de esta pena, pero no por ello es menos significativa. Es un paso importante que nos motiva a seguir avanzando en nuestro camino espiritual, ofreciendo nuestras oraciones, sacrificios y buenas obras como signos concretos de arrepentimiento y fe.

El Papa Francisco, lo explicó con claridad durante su Audiencia General, 9 de marzo de 2016 que «la indulgencia plenaria es un don que nos ayuda a acercarnos más a Dios y a vivir una vida más santa». Es por ello que debemos recordar que las indulgencias plenarias son una invitación a caminar hacia la santidad con esperanza y confianza en la divina misericordia.

Cada vez que recurrimos a las indulgencias, renovamos nuestro compromiso de conversión, confirmamos que el amor de Dios siempre está dispuesto a acogernos y a darnos una nueva oportunidad. ¿Qué mayor consuelo podemos tener que saber que, a través de estas prácticas, nos acercamos más al corazón amoroso del Padre?

Requisitos para obtener una indulgencia plenaria

El Papa Benedicto XVI, en su Mensaje para la Cuaresma de 2008, afirmó: «La indulgencia no puede ser entendida como una especie de 'descuento' sobre la pena debida al pecado, sino como una ayuda para una conversión más radical». La Indulgencia es una oportunidad sincera de comprometernos con el camino hacia la santidad y renovar nuestra relación con Dios.

  1. Confesión sacramental: este sacramento nos permite estar en estado de gracia y reconciliarnos con Dios. En el acto de la confesión, encontramos el abrazo amoroso del Padre que siempre está dispuesto a perdonarnos.
  2. Comunión eucarística: recibir la Eucaristía con devoción. Al acercarnos al altar, encontramos la fortaleza para vivir en santidad.
  3. Oración por las intenciones del Papa: rezar un Padrenuestro y un Avemaría nos une a la Iglesia universal. Este acto sencillo nos invita a pensar más allá de nuestras propias necesidades y a rezar por el bien común.
  4. Desapego total del pecado: este paso no exige perfección, pero sí un sincero deseo de rechazar el pecado, incluso venial. Es una llamada a examinar nuestro corazón y a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
  5. Realizar la obra indulgenciada: por ejemplo, rezar el Rosario en comunidad, leer la Sagrada Escritura durante al menos media hora o adorar al Santísimo Sacramento o llevar a cabo obras de misericordia, tanto espirituales como corporales.

Cumplir con estos requisitos es un recordatorio de que la gracia de Dios está siempre disponible para aquellos que la buscan con humildad y sinceridad.

porta santa

¿Cuándo se puede obtener una indulgencia plenaria?

Existen momentos especialmente significativos para obtener indulgencias plenarias:

  • En el Año Santo o Jubileo: una oportunidad excepcional para recibir gracias abundantes. Se celebra cada 25 años o en circunstancias especiales designadas por el Papa.
  • El 1 de noviembre, Festividad de Todos los Santos: al visitar un cementerio y orar por los difuntos, recordamos a aquellos que nos han precedido en la fe y ofrecemos nuestra oración por sus almas.
  • El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos: un día dedicado a interceder por las almas del purgatorio, mostrando nuestra caridad y unión con la comunión de los santos.
  • Durante la Semana Santa: un tiempo de especial intensidad espiritual, donde el Vía Crucis y las celebraciones de la Pasión de Cristo nos unen profundamente con el misterio de la Redención.
  • El primer domingo después de Pascua, Fiesta de la Divina Misericordia: instituida por san Juan Pablo II, esta celebración resalta la infinita misericordia de Dios, un momento privilegiado para obtener indulgencias.
  • El 15 de septiembre, Memoria de la Santísima Virgen María de los Dolores (en 2024): un día para acompañar a la Virgen en su dolor y profundizar en el misterio del sufrimiento redentor.
  • En actos litúrgicos como el Vía Crucis: participar con devoción en esta representación de la Pasión de Cristo nos invita a unirnos a Su sacrificio y renovar nuestra conversión.

Además de estas fechas específicas, el Papa puede designar otras ocasiones especiales para obtener indulgencias. Cada una de estas oportunidades nos acerca al corazón misericordioso de Dios y nos invita a vivir nuestra fe.

Indulgencia plenaria y medalla de san Benito

En momentos puntuales, la Iglesia concede la posibilidad de ganar indulgencias plenarias relacionadas con el uso de la medalla de san Benito, siempre que se cumplan las condiciones habituales: confesión, comunión, oración por las intenciones del Papa, desapego del pecado y realización de una obra indulgenciada.

Entre las ocasiones más destacadas para ganar una indulgencia plenaria vinculada a la medalla de san Benito se encuentran:

  • En la festividad de san Benito (11 de julio): participando en actos litúrgicos o devocionales en honor a este santo, portador de la fe y protector contra el mal.
  • Al utilizar la medalla de san Benito con devoción: especialmente cuando se acompaña de la oración del exorcismo inscrito en ella, un acto que reafirma la confianza en la gracia de Dios para protegernos del mal y renovar nuestra fe.
  • Al recibir la medalla de san Benito bendecida: en el contexto de una ceremonia religiosa, donde se manifiesta la intención de vivir según los principios del Evangelio que San Benito promovió.
Reverso y anverso de una medalla de San Benito.
Reverso y anverso de una medalla de San Benito.

Al conocer en el significado y la belleza del don de la indulgencia plenaria, nos acercamos a la misericordia infinita de Dios. En este camino de fe, la labor de la Fundación CARF es fundamental, al formar con tu apoyo a sacerdotes y seminaristas para la Iglesia Católica, que serán quienes nos guíen y acompañen en nuestra relación con Dios. Apoyar a la Fundación CARF significa que más cristianos puedan acercarse a la gracia redentora de Dios en todo el mundo.

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