«Soy David Ariel Echeverría Vela, originario de Guatemala e incardinado en la diócesis de Escuintla, al suroeste del país. En mi familia somos siete: cinco hermanos, una fallecida y yo que soy el más pequeño.
Llevo desde 2021 en Pamplona estudiando Teología. En este poco tiempo me he dado cuenta de que estar aquí es una bendición y soy muy feliz. Quisiera contarles que lo que más me ha gustado, además de las celebraciones litúrgicas y la vida de oración dentro de Bidasoa, es el convivir con muchos hermanos de otros países. Conocer sus culturas y compartir con ellos sus costumbres es un gran privilegio. Somos de 17 países y todos traemos raíces diferentes, pero eso es lo que hace que la Iglesia sea una belleza, por su diversidad de carismas. Son estos carismas los que van llevando a la Iglesia de Cristo a seguir creciendo cada día más.
Otra pequeña experiencia que me gustaría compartir es que hace poco visitamos el Santuario de Nuestra Señora de Torreciudad. Fue una experiencia muy hermosa, ya que el santuario, además de ser un centro de oración, es muy imponente y propicia que uno pueda sentirse muy conmovido a rezar y a estar en una gran conexión con el cielo. Es sentirse acogidos por nuestra Madre del cielo, que nos espera con los brazos abiertos dándonos la bienvenida y diciéndonos: "Hijo, gracias por venirme a visitar".
Gracias por el apoyo que me brinda, sin él esta oportunidad sería imposible de vivir. Le pido al buen Dios que le bendiga siempre y multiplique todo lo bueno que usted está haciendo por nosotros. Que María, nuestra madre, interceda siempre por usted y por sus seres queridos. Cuente con mis oraciones todos los días».
