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El compromiso de por vida con una vocación no solo lleva a una persona a Dios, sino que también lo trae al mundo

Nombre: Gerald Emmanuel Ongodia.
Edad: 27 años.
Situación: Seminarista.
Origen: Soroti, Uganda.
Estudia: Teología en la Universidad de Navarra, en Pamplona.

«Soy Gerald Emmanuel Ongodia, seminarista de la diócesis de Soroti en Uganda. Tengo diez hermanos: tres niños y siete niñas, de los que dos se marcharon con el Señor.

Creo que mi vocación nació de dos circunstancias. La primera comenzó antes de mi nacimiento, tuve un pasado doloroso, mi madre intentó abortarme porque éramos muchos y el estado de vida era difícil ya que luchaban por cuidar a mis otros hermanos mayores, pero gracias a Dios el embarazo continuó. La segunda es que mi padre es catequista y creo que mi vocación tiene sus raíces en este hecho.

Comencé mi formación en el seminario menor de St. Peters Madera, luego me uní al seminario mayor Gulu de los Mártires de Uganda para estudiar filosofía. Después me dediqué al trabajo pastoral durante dos años, debido a la pandemia y, finalmente, en 2021 comencé mis estudios de teología en el Seminario Internacional Bidasoa.

Recibid mi más sincero agradecimiento y el de toda mi familia por darme la oportunidad de continuar mi formación contando con vuestro maravilloso apoyo. Estoy feliz de poder estudiar teología aquí. Sin vuestros sacrificios no me sería posible vivir esta hermosa experiencia en mi camino al sacerdocio.

Les animo a continuar con esta gran labor para que muchas personas como yo, con dificultades económicas, pero con un inmenso deseo de llegar a ser sacerdotes puedan ser ayudadas y sostenidas por vuestra generosidad.

Con la esperanza para que Dios os bendiga, oraré siempre para que el Buen Señor que comenzó el bien en vosotros lo lleve a su cumplimiento».