Debido a su nombre Expedito, que en latín significa rápido, este santo es considerado el Patrón de las urgencias, de las causas justas y nobles. También es defensor de las causas imposibles y el mediador de los conflictos o juicios. Además, es patrono y protector de los militares, los estudiantes, los jóvenes, los enfermos y los viajeros. Y se le reza por los que están sometidos a pruebas y por el éxito de estos procesos. Si bien no figura en el Martirologio Romano, su figura y devoción crecen año a año y es uno de los santos más convocado. Se trata de un santo tradicional con muchos adeptos.
San Expedito fue un comandante de las legiones romanas, que tuvo a su cargo miles de hombres y sirvió al emperador Diocleciano, entre los siglos III y IV. Creen quienes estudiaron su vida que combatió a los bárbaros en el Oriente del imperio romano. En medio de su tarea, Expedito comenzó a tener cada vez más devoción por la fe cristiana, y tras algunas dudas finalmente decidió convertirse. Se cuenta que cuando san Expedito se convirtió, un cuervo apareció a él y le dijo "cras" (en latín, mañana). Sin embargo, Expedito le respondió "hodie" (hoy), haciendo referencia a que no dejaría pasar más tiempo para adoptar el cristianismo.
Después de todo lo sucedido, las dudas se disiparon y decidió dejar el ejército de los hombres para ingresar en el ejército de los cielos. Su conversión al cristianismo fue lo que desencadenó la persecución de sus propios compatriotas romanos. Expedito fue martirizado y luego decapitado el 19 de abril del año 303, según historiadores, en la ciudad de Melitene. Junto a él, murieron también otros legionarios martires que se habían convertido. Sus restos jamás fueron encontrados.
Hoy, se lo representa vestido como soldado romano que pisa el cuervo que grita “cras”. Sostiene una cruz en su mano derecha elevada a la altura de su cabeza que dice "hodie". En algunos casos, lleva también con él una hoja de palma que expresa su martirio. A su lado suele reposa su casco como muestra de que el mártir abandonó sus victorias terrenales y humanas por el amor de Dios. Aunque esto le costó la vida, su valentía, compromiso y fortaleza ante la adversidad, sustentando en su fe, son ejemplo para sus devotos.
Realizar la oración en familia para solicitar la intercesión de san Expedito puede ser beneficioso. Dado que es un santo que sacrificó su vida por propagar el cristianismo, es positivo reunirse para orar a él. Parte de su misión es atraer más personas a la Gloria de Dios.
Hay varios buenos momentos para acudir a san Expedito a continuación detallamos las oraciones más conocidas. Rezar nos da tranquilidad y paz a nuestra alma cristiana. También es importante recordar que podemos rezar para agradecer lo concedido o para pedir entender la voluntad de Dios. Pídele que ayude a muchos sacerdotes a formarse para ser santos, doctos, alegres y deportistas.
San Expedito se caracteriza por interceder ante Dios para atender situaciones de urgencia. Por lo cual cuando necesitamos una pronta respuesta. Rezamos esta oración en petición de confianza y devoción al santo.
«¡Jesucristo, Señor mío, acudo en tu socorro! ¡Santísima Virgen inmaculada, auxíliame!
¡San Expedito, tú, que te armaste de valentía y le abriste tu corazón a Dios y no accediste a las tentaciones expuestas para que tu corazón no fuera aprobado por el todopoderoso, te pido que me ayudes a realizar hoy lo que mañana necesitaré,
que los actos que hoy necesito, mañana los utilice, todo ello hecho por y para el amor de Jesús.
Dame tu ayuda celestial, para no depender más de los vicios y adicciones, aléjalos de mí con el poder que Dios te ha otorgado. Quiero ser un militante, honorario y de gran prestigio para el Señor, para sólo servir y alabar a su nombre, y no sienta miedo de las pruebas que en mi camino se presenten.
Tú que eres el Santo de la justicia y necesidades, te presento hoy día mi requerimiento. (Realizar petición con mucha devoción).
Sobre todo y por encima de todas las cosas que puedo exigir, te pido que intercedas en mí, para que la fe sea la mayor virtud de mi ser, y así me guíe al reino de Dios, con la Virgen María, los ángeles y arcángeles. Amén».
Muchas personas acuden a san Expedito para pedir por una mejora en su vida económica. Otros desean un buen trabajo o la buena resolución de una situación de injusticia.
«San Expedito bendito protector nuestro: guerrero y mártir que ahora gozas del Paraíso Eterno, hoy me arrodillo ante ti para pedir tu asistencia, te reclamo con urgencia y fervor para que vengas en mi auxilio.
Las necesidades urgentes que hay en mi vida no me permiten el descanso vivo en estado de preocupación y de depresión continua. Me siento solo y desesperado, el abatimiento me acompaña, el desconcierto me guía, y el sufrimiento se ha apoderado de mi. Tú que eres el santo patrón de las causas justas y urgentes, ayúdame, santo glorioso, a levantarme.
Te pido que acudas presto y derrames sobre mí el valor, la energía, la esperanza, que alivies mis penurias y miserias, para que con tu mediación logre solucionar las angustiosas necesidades, los problemas económicos que me apremian y la ruina de la que no sé cómo salir, te pido que con tu caridad me concedas: (Mencionar ahora la petición).
Ayúdame a utilizar mi coraje, a desarrollar mi fuerza y potenciar mi voluntad, para que la terrible situación por la que ahora estoy pasando, se resuelva pronto y todo quede en un recuerdo, que todo sea una experiencia que tuve que pasar para aprender y mejorar, y que solucionados los obstáculos se abran mis puertas a un futuro de éxito y prosperidad.
Glorioso san Expedito, oye mi suplica, te ruego atiendas mis ruegos con urgencia. Gracias san Expedito, santo benevolente, pues se que estas aquí conmigo, escuchándome, y que mi mejoría comenzará en este mismo momento, yo te lo agradeceré el resto de mi vida y llevare tu nombre al que lo precise. Amén».
Al terminar, Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Gloria.
Un lugar muy especial para realizar oración a san Expedito es la capilla realizada en su honor. Esta situada en la parroquia de san José. En calle Alcalá, 43 - Madrid.
Este triduo a san Expedito consiste en una primera oración que se debe rezar todos los días, más una oración diferente que se debe rezar cada uno de los tres días seguidos.
Cuando finalizamos la oración de cada día, debemos rezar con fe y devoción un Padre Nuestro y un Ave María.
«San Expedito, tú que eres un gran intercesor, que tienes el poder que recibiste de Dios para escuchar nuestros ruegos, te buscamos y nos abrigamos en ti, para solucionar nuestros problemas, para aminorar nuestras penurias, aquellas que no somos capaces de soportar, y necesitamos poder resolverlas de forma urgente. Acudo a ti pidiendo auxilio, ya no tengo fuerzas para seguir, por eso dirijo mis súplicas a ti, con la esperanza de que me des una pronta solución, ven a mí en mi auxilio. San Expedito, tú que logras hasta lo imposible, en tus manos dejo mis súplicas. Amén».
«De mis ojos salen lágrimas, en mi rostro se ve la angustia y desilusión, mi alma suplica de tu ayuda, no tengo más fuerzas para seguir adelante. Acudo a ti san Expedito, te ruego que me quites este dolor lo más pronto posible, confío en ti plenamente, haz que mi corazón se llene de esperanza y fe, y siempre siga por el camino del bien, Sé que tú siempre me proteges y me guías. Amén».
«Hoy es un día muy gris, no alcanzo a ver con claridad, mis enemigos me acechan, quieren lastimarme sin piedad. Por eso hoy recurro a ti san Expedito, ya no puedo con este peso que cargo, la traición, la falsedad, la falta de tolerancia, que hay en estos momentos en mi vida, no dejan que pueda avanzar, pero si tú, San Expedito, estás a mi lado, nada de esto puede lastimarme, ni frenarme. Cúbreme y protégeme de todos mis enemigos, que sólo quieren lastimarme. Dame tu protección de forma urgente. Amén».
«Tu coraje se puede sentir, san Expedito, por eso Dios te eligió como su servidor, ningún mal puede contigo. Tú eres más fuerte que cualquier huracán, has salido victorioso de las más duras tormentas, y entre los más inhumanos y despiadados hombres, acabaste con la maldad y el odio, lograste hacer florecer el amor en las almas más despiadadas y frías, porque sólo tú, san Expedito, lo puedes todo. Y contigo a mi lado cualquier cosa es posible, oh Glorioso san Expedito, ruega por mi, por mi familia y por la paz mundial. Amén».
Cuando finalizamos la oración de cada día, debemos rezar un Padre Nuestro y un Ave María, con mucha fe y devoción.
«San Expedito, tú que oyes y auxilias el lamento y desespero de tus fieles, quisiera que me des la satisfacción de recuperar a mi gran amor. Él/ella, (decir su nombre), me ha abandonado, y no sé cuál es el motivo de su abandono.
Haz que entienda que a mi lado tendrá la felicidad que busca. Calma la tristeza que tengo en mi corazón, siento que sin él/ella no haré realidad todos mis sueños.
Vuelve a mi lado amor de mi vida, regresa a mi vida (decir siete veces el nombre de la persona que amamos). Y seamos felices como lo éramos antes. Mi sueño es que caminemos juntos este camino del amor con mucha humildad. Glorioso san Expedito, acaba con este dolor que siento, te lo suplico desde el fondo de mi corazón. Amén».
También se puede rezar una novena al santo. La puedes hacer tantas veces como desees, de manera especial los días previos a la festividad (10 al 18 de abril).
Para hacerla rezaremos una de las oraciones antes citadas y podeos seguir los siguientes pasos cada día.
Con la colaboración de: