Frente la descristianización que sufren muchos países de tradición católica en Europa y en otros continentes, destaca la gran fuerza de la fe y la esperanza los cristianos en lugares de mayoría musulmana, donde padecen persecución a causa del evangelio.
Según el informe de Puertas Abiertas (Open Doors) en el que se evalúa la situación de persecución a cristianos en el mundo, 3.066 cristianos resultaron muertos por causas directamente relacionadas con su fe, así como 793 iglesias o propiedades de iglesias atacadas. Indonesia se encuentra entre los 45 países más peligrosos para practicar el cristianismo, en una lista encabezada por Corea del Norte, Afganistán y Somalia.
Un total de 365 millones de cristianos sufren persecución en el mundo, es decir, uno de cada siete, según el informe anual de la ONG internacional Open Doors, que señala a Nicaragua como país opresor, donde desde 2018 los católicos han sufrido 667 ataques perpetrados por el Gobierno de Daniel Ortega.
Indonesia se encuentra entre los 45 países más peligrosos del mundo para practicar el cristianismo y creer en el evangelio.
Indonesia es el país con mayor número de musulmanes del planeta, el 86,1 % de sus 255 millones de habitantes, pero donde la fe católica se ha arraigado con fuerza. Se calcula que el número de sacerdotes es de unos 2.000, para atender a los 7.380.303 católicos (el 3 %); y las ordenaciones se suceden cada año.
Uno de esos futuros sacerdotes, proveniente de una familia conversa del Islam, es Ignatius Sadewo, seminarista que se forma en el CEI Bidasoa en Pamplona (España). Su camino al sacerdocio empezó cuando en su colegio colaboró con los Padres Paules en un servicio a los pobres y niños abandonados. «Ahí descubrí mi gran pasión y dónde podía darlo todo», relata. «Una noche, solo en la Iglesia, Dios me dijo: Ignatius si quieres ser feliz vente conmigo que yo te haré feliz toda la vida».