Estamos muy agradecidos a la Fundación Unicaja porque, un curso académico más, ayudará a la formación integral de seminaristas y sacerdotes diocesanos de países sin recursos que vienen a Europa para recibir una educación de excelencia.
Los estudiantes siempre regresan a sus países de origen, una vez que han culminado su pelatihan integral, en este caso en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma.
La misión de la Fundación CARF se encuadra en elementos:
La Fundación CARF –Centro Académico Romano Fundación– nació el 14 de febrero de 1989, por sugerencia de san Juan Pablo II al beato Álvaro del Portillo. Ya son más de 35 años de vida.
Su objetivo es ayudar a la formación académica, humana y espiritual de seminaristas y sacerdotes diocesanos, y religiosos y religiosas sin recursos económicos para servir a la iglesia en todo el mundo.
Hoy, gracias al apoyo de sus donantes y amigos, casi 25.000 en toda su historia, y en la actualidad cientos de ellos andaluces, la Fundación ha ayudado a cerca de 30.000 estudiantes de 130 países carentes de medios materiales y económicos. La propia Fundación Unicaja lleva dos años comprometida con este proyecto.
Para que puedan estudiar y formarse en Italia (Universitas Kepausan Salib Suci) y en España (Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra).
La Fundación CARF defiende los valores definidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas de 1948. Y hace especial mención a la libertad, la igualdad y la libertad religiosa. Promoviendo la convivencia internacional, la libertad de opinión y de expresión y, sobre todo, el derecho a la educación.
El compromiso de instituciones como la Fundación Unicaja hace posible que personas sin recursos puedan formarse en Europa y regresar a sus países para formar a otros; devuelven lo que han recibido. Una cadena de favores sin fin.
¡Gracias de corazón!