En un momento extremadamente complicado para la Iglesia Católica en Canadá, donde existe un laicismo especialmente agresivo y la fe se desploma, hacen falta sacerdotes valientes y bien formados que puedan dar razón de su fe. Así lo cree don Pablo Santa María Watson, actual vicario judicial de la Archidiócesis de Vancouver y antiguo alumno beneficiario de las ayudas de la Fundación CARF.