Tobechukwu Okoye (nacido en Ogidi, Nigeria, hace 42 años) estudió Microbiología en la Universidad de su país, en 2009 obtuvo una beca para estudiar Teología en Pamplona y fue ordenado sacerdote en Roma. “Me di cuenta de que Dios contaba conmigo para sacar adelante la Iglesia en Nigeria”, explica en esta entrevista sobre la situación de los cristianos en su país, donde conviven un 49,3 % de cristianos y 48,8 % de musulmanes.
-Pregunta: Aquí llegan noticias de iglesias destrozadas, prohibiciones...
-Respuesta: La mayoría de los musulmanes son respetuosos con las demás religiones. Las persecuciones violentas solo se dan en lugares muy puntuales del norte, impulsadas por extremistas, como el grupo fundamentalista Boko Haram. En esas zonas, los cristianos sufren mucho y vivir su fe implica jugarse la vida. Eso se vive con dolor por parte de los demás cristianos y de la mayoría de los musulmanes, y fomenta la solidaridad entre todos. Por ejemplo, hace tiempo unos extremistas pusieron un coche bomba que mató a muchos católicos a la salida de la iglesia. Por solidaridad, el domingo siguiente, muchos musulmanes se pusieron túnicas blancas y rodearon la iglesia, mientras decían que antes de matar a los cristianos tendrían que matarlos a ellos.
-P.: ¿Y qué se puede hacer?
-R.: La comunidad cristiana apoya a las personas que han sufrido ataques o que se encuentran desplazados por motivos de seguridad enviando recursos que se recogen en distintas partes del país. Estas colectas son promovidas por los obispos en las diócesis. Ellos también denuncian los atentados y alertan a los políticos para que tomen medidas. Controlar a Boko Haram es difícil, porque se trata de un grupo armado y muy organizado. La comunidad internacional ha prometido ayuda, pero no es desinteresada, siempre hay contrapartidas.
-P.: ¿Y desde el Vaticano?
-R.: El Papa Francisco tiene muy presente la situación que viven los católicos en Nigeria. Ha enviado varias cartas a los obispos en las que nos hace partícipes de su cercanía y su oración por nuestro país. Además, en varias ocasiones ha condenado de modo público los atentados y secuestros de Boko Haram, alertando a la comunidad internacional.
-P.: ¿Qué supone ser cristiano allí?
Los cristianos tenemos mucho que aportar a Nigeria. El mensaje cristiano sobre el perdón, el amor y la misericordia es muy interesante para facilitar la convivencia entre las distintas tribus de mi país.
-P.: En junio volverá a Nigeria.
-R.: Todavía no sé en qué ciudad voy a vivir ni dónde voy a realizar mi labor sacerdotal; cuando llegue allí me enteraré. El Opus Dei promueve en Nigeria labores sociales, centros de promoción de la mujer, institutos de formación profesional, dispensarios médicos… no me extrañaría que me tocara ser capellán de alguno de ellos, tampoco que tuviera que echar una mano en seminarios diocesanos.
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Publicado en el periódico El norte de Castilla.