Desde su fundación en 1989, la Fundación CARF actúa de enlace entre miles benefactores dispuestos a contribuir económicamente con ayudas y becas de estudio para que sacerdotes y seminaristas de todo el mundo reciban una sólida preparación teológica, humana y espiritual.
Más de 800 obispos de 131 países desean que algunos de sus sacerdotes y seminaristas estudien en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, o en las Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra, en Pamplona. Completando a su vez su formación humana y espiritual en los Colegios Eclesiásticos Internacionales Sapientiae (Roma) y Bidasoa (Pamplona). Para poder llevar a cabo esta formación solicitan también ayudas al estudio para sus candidatos.
Gracias a benefactores y donantes como tú, la Fundación CARF hace frente a la mayoría de las solicitudes, pero las necesidades son crecientes y queremos que todas las peticiones sean atendidas.
18.000 euros es el importe necesario para que un candidato pueda vivir, estudiar y formarse, durante un año, en las universidades de Roma o de Pamplona. Las diócesis más necesitadas del mundo solicitan una beca completa para sus candidatos. En todos los casos, la diócesis sufraga una ínfima parte del coste, que le supondría la formación de un seminarista en su país de origen, como una muestra del compromiso de un futuro máximo aprovechamiento de las ayudas.
Aproximadamente cada año académico la Fundación CARF asiste con becas directas e indirectas aproximadamente a: 400 seminaristas, 1.120 sacerdotes diocesanos y unos 80 miembros de instituciones religiosas.
Cada beca completa, otorgada por la fundación, se puede desglosar de la siguiente manera:
Los gastos personales siempre son a cargo del alumno o de la diócesis.
La Oficina Central de Estadística de la Iglesia ha estado a cargo de la edición de El Anuario Pontificio 2022 y el Anuario Estadístico Eclesial 2020 publicados en los últimos días.
Recogen los datos sobre el bienio 2019-2020 que nos aporta una panorámica de la realidad numérica de la Iglesia Católica en los diferentes países y en los distintos continentes permitiendo extraer algunas novedades relacionadas con la vida de la Iglesia en el mundo actual.
La presencia de los católicos no cambia a nivel de todo el planeta, pero si lo hace si analizamos el número de católicos en los distintos continentes. Donde se confirma un aumento máximo en el continente africano y un incremento relativo en Asia. Por el contrario, en Europa se aprecia un descenso continuo durante los últimos años. América y Oceanía se mantienen estables sobre el total mundial.
Los datos analizados sobre los sacerdotes de todos los distritos eclesiásticos del mundo católico, tanto diocesanos como religiosos revelan un descenso de los mismos. Al cierre de 2020 había 410.219 sacerdotes en el mundo, 4.117 sacerdotes menos que el año anterior. Solo en África y Asia se registraron aumentos significativos de sacerdotes, aportando conjuntamente al mundo durante el bienio analizado un total de más de 1.782 sacerdotes.
Podemos observar un claro desequilibrio entre la cantidad de católicos y de sacerdotes en el mundo que se traduce en una carga pastoral global muy elevada.
Los candidatos al sacerdocio pasaron en el mundo de 114.058 seminaristas en 2019 a 111.855 en 2020. La tendencia de los seminaristas mayores observada en el total mundial, entre 2019 y 2020, afecta a todos los continentes, con la excepción de África, donde los seminaristas aumentaron un 2,8%. De 32.721 a 33.628 seminaristas.
Los descensos de vocaciones sacerdotales son significativos sobre todo en Europa (-4,3%,) aunque también se pueden apreciar en América (-4,2%) y Asia (-3,5%.)
La distribución porcentual de los seminaristas por continente muestra ligeros cambios a lo largo del periodo de dos años. África y Asia contribuyeron con el 58,3% del total mundial en 2019 y en 2020 su cuota sube al 59,3%. Oceanía revela un cierto ajuste negativo. América y Europa en su conjunto ven disminuir su cuota. Los seminaristas americanos y europeos suponían casi el 41% del total, mientras que un año después bajan al 39,9%.
El nacimiento de las vocaciones sacerdotales en África y Asia es un hecho constante registrado en los últimos años. Estos futuros sacerdotes apoyarán y fortalecerán a las Iglesias europeas y americanas. Estos datos nos ayudan a hacernos una idea real sobre la responsabilidad que como católicos tenemos en la importancia de cuidar con sumo esmero cada nueva vocación. Apoyando a las diócesis en la formación de seminaristas, más aun la que surge en los continentes más desfavorecidos.
Bibliografía
- Anuario Pontificio 2022 y Annuarium Statisticum Ecclesiae 2020