Erick Josué Villegas Correa es un seminarista de la diócesis de Celaya, Guanajuato, México.
"Mis padres me inculcaron desde pequeño los valores cristianos y humanos, mi educación básica la completé en un colegio católico, y participábamos de la misa los domingos, por lo que la figura del sacerdote siempre representó para mí algo digno de respeto y admiración; eso fue motivando en mí un deseo de servir a los demás de una manera similar, y comenzó a crecer en mi interior el deseo de la vocación sacerdotal.
En el año 2010 ingresé al seminario, en la etapa del seminario menor, donde a partir de ese momento he ido creciendo y madurando esta respuesta a esta vocación, con la ayuda de mis formadores, compañeros, amigos, mis padres, etc.
Terminando mi primer año de teología en mi diócesis, en el año 2018, mis formadores me pidieron continuar mis estudios teológicos en la Universidad de Navarra, residiendo en el Colegio Eclesiástico Internacional Bidasoa, donde me encuentro actualmente, con ánimo de seguir formándome en este proceso vocacional.
Llegar aquí a Pamplona, a la Universidad de Navarra, y a Bidasoa, ha sido una experiencia muy grande para mí; ha sido la primera vez que he salido de mi país, y el poder compartir con mucha gente de otros países realmente me ha marcado y reafirmado en mi deseo de servir a las almas, y me ha ayudado a darme cuenta de la universalidad de la Iglesia.
También mi estancia aquí ha estado marcada por una experiencia dolorosa: la pérdida de mi madre, el 24 de julio de 2019, cuando me encontraba de pastoral de verano en Santiago de Compostela; fue una experiencia muy dolorosa, estando lejos de casa, pero llena de fe, y de esperanza en que Dios quiere algo de mí, y que sé que ella desde el cielo me acompaña en mi vocación, como lo hacía en vida."
"Deseo agradecerles por el apoyo económico recibido durante estos años de mi formación, y aún más incluso en medio de esta pandemia que nos ha afectado a todos en el último año.
Ante este apoyo, en el que están detrás muchas personas, una manera de mostrar mi agradecimiento es en este aprovechamiento, que se verifica en mis calificaciones, las cuales puedo decir que han sido aprobadas satisfactoriamente; aunque seguiré esforzándome en mejorarlas aún más.
Espero que Dios siga bendiciendo su labor, su entrega y su servicio a la Iglesia y a sus sacerdotes y seminaristas, y que recompense al ciento por uno lo que hacen en favor nuestro, reitero mi más sincero agradecimiento deseando que la virgen María siga protegiendo también esta obra buena."
