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23 julio, 24

Seminarista de Sri Lanka

Avishka, de Sri Lanka: «Mis amigos budistas y no católicos nos reconocen por nuestra gran alegría»

Avishka Sachindra Hapurachchi es un seminarista de 25 años de la diócesis de Colombo (Sri Lanka) que comienza ahora su primer curso de Teología en el Seminario Internacional Bidasoa (Pamplona).

Este joven seminarista de la isla de Sri Lanka entró en el seminario menor de san Luis, en Colombo en 2013, cuando tenía 14 años. Estos últimos años ha completado sus estudios de Filosofía.

«Tengo una familia encantadora»

Avishka es el pequeño de tres hermanos, tiene una hermana casada y un hermano que está realizando sus estudios superiores. Su padre trabajaba en el periódico de Ceilán Cooperación en Sri Lanka y ahora está jubilado. Y su madre se ha dedicado siempre al hogar y a sus hijos. 

«Tengo una familia encantadora. Son católicos romanos. Estoy seguro de que mi ambiente familiar me ha ayudado mucho a ser cristiano y a discernir mi vocación», expresa con alegría. 

Una vida maravillosa en su adolescencia en Sri Lanka

Este joven seminarista nació en un pueblo llamado Pamunugama, donde se encuentra una parroquia muy viva que le ayudó a crecer durante su adolescencia. 

«Después de recibir la Comunión, fui alter server (servidor) tanto en mi parroquia como en mi universidad. Yo era miembro de la asociación Santa Infancia. Esas dos uniones me ayudaron mucho a tener una vida maravillosa en mi adolescencia. Tenía muchos amigos, trabajé con ellos, oré, jugué, disfruté… fue increíble. En todos esos años tuve el deseo de ser sacerdote», afirma. 

Y con 14 años comenzó su “viaje vocacional”, en la que hubo muchas alegrías, pero también algunas lágrimas. «Sin embargo, después de once años, cuando miro hacia atrás, observo que el paso adelante que di en su día fue gracias al Amor y la Misericordia de Cristo. No sé cómo explicarlo. Pero estoy seguro de que Él está conmigo», manifiesta. 

La cultura y atmósfera espiritual

¿Cómo vive un católico en Sri Lanka, ya que la mayoría de la población, un 70 % es budista? ¿De qué manera pueden los católicos sorprender en su país?, preguntamos a Avishka. 

Para él, el budismo ha enriquecido espiritualmente la cultura de su país: «Estoy seguro de que, aunque un ciudadano de Sri Lanka sea budista, hinduista, islámico o católico, nace en una atmósfera espiritual. Eso realmente impacta mucho en el crecimiento de la nación», señala.

El prestigio de la Iglesia en Sri Lanka

Aunque los católicos forman grupos de minorías, el papel de la Iglesia en el país está muy considerado. La mayoría católica de Sri Lanka se encuentra en la zona costera como Kalutara, Colombo, Negambo, Chillaw, Mannar, etc. 

«La postura de la Iglesia ante cuestiones morales y sociales es muy apreciada en el país. Por ejemplo, en el atentado con una bomba del Domingo de Pascua de 2019, la iglesia alzó su voz y defendió la justicia de las personas inocentes y de las víctimas», dice.

La gran alegría de los católicos

Como católico, nos descubre algo sorprendente, para tenerlo en cuenta: «Lo que mis amigos no católicos identifican es una gran alegría dentro de nosotros. Aprecian el sacramento de la reconciliación, porque sabemos que, en Cristo, con Cristo y por Cristo nosotros los pecadores somos perdonados y redimidos. Estoy seguro de que ese aspecto de reconciliación que tenemos a través de la Misericordia de Cristo le ha dado a los no católicos, un impacto psicológico positivo en ellos».

Los sacerdotes del siglo XXI

Y con estas oportunidades, para Avishka, las armas más potentes de un joven sacerdote del siglo XXI son la oración por la fidelidad y la perseverancia: «En mi opinión, ser un sacerdote joven es difícil. Es un desafío en este mundo tan individualista y secularizado. Pero aun así es posible si somos fieles a la vocación recibida de Dios. Estoy seguro de que debemos rezar mucho por nuestra perseverancia, por la de todas las vocaciones y por nuestra fidelidad. Para Cristo todo es posible. Os pido a todos los amigos y benefactores de la Fundación CARF oraciones por nuestra perseverancia», concluye. 


Marta Santín, periodista especializada en información religiosa.

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