En este nuevo libro publicado por la editorial Palabra, Wenceslao Vial, sacerdote y médico, profesor de psicología en la facultad de Teología de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, profundiza en la vocación cristiana y la figura del sacerdote.
¿Sigue siendo atractiva la figura del sacerdote católico? ¿Puede ser feliz una persona que renuncia al matrimonio? ¿Cuándo desaconsejar el sacerdocio u otros caminos específicos de entrega cristiana? Estas y otras preguntas encuentran útiles respuestas, salpicadas de vivencias reales y experiencia pastoral.
El autor de Madurez psicológica y espiritual aborda el luminoso panorama de la vocación cristiana, a partir del sacerdocio. La identidad y misión del sacerdote, como de otras vocaciones dentro de la Iglesia, se comprenden con la luz de Jesucristo, que vino a la tierra para servir y no ser servido.
El sacerdote –se explica en el libro– ha de ver lo sagrado en los demás, confirmándolos en su valor; y, al mismo tiempo, traer lo divino, lo sagrado, a cada persona. Esta es la misión que lo caracteriza y de la cual proviene su dignidad y gran responsabilidad ante Dios, ante cada persona y ante la sociedad entera.
Se introduce en las dinámicas psicológicas, en sus conflictos y desafíos, en sus fuentes de paz y de armonía. Ser sacerdote implica dar luz, dar consuelo y esperanza, en la medida en que se esfuerza por identificarse con Jesús, Dios hecho hombre.
Muchas de las ideas expuestas se aplican a otras formas de vocación dentro de la Iglesia, en especial si asumen el don del celibato.
"La vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a otros".
Documento de Aparecida, 2007, cit. en Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 24 de noviembre 2013, n. 10.
En el primer capítulo se expone el proceso de madurez, subrayando la libertad y los momentos de crisis a lo largo del desarrollo. Se definen las notas de una personalidad madura, para acoger y hacer fructificar el don gratuito de una llamada divina.
Cómo discernir esa llamada, con los tipos de vocación, el examen de las aptitudes y de la intención de la persona son el tema del segundo capítulo. Se menciona también cuándo es necesario recurrir a los psicólogos, siguiendo las orientaciones de la Ratio para la formación de los sacerdotes, de la Congregación del Clero: El don de la vocación presbiteral, de 2016.
El tercer capítulo lleva por título Armonía de la vida cotidiana. Aquí se distinguen y explican los conceptos de soledad buena y soledad perjudicial. Se profundiza en la importancia psicológica de la oración, y la necesidad de un sano equilibrio entre actividad y descanso. Los hábitos y aficiones saludables forman un apartado especial, que muestra en su desarrolló la unidad de las tres dimensiones humanas: física, psíquica y espiritual.
Una dimensión de particular fuerza en la persona es la sexualidad.
El cuarto capítulo explica cómo puede ser una fuente de alegría o de tormento, dependiendo de si está integrada o no, de si vive humanamente o no. Se aborda el tema del amor humano, cuya comprensión es la base para entender el amor divino y la donación. Se tocan los obstáculos psicológicos y conductuales, en particular la pornografía y la actividad homosexual, que dificultan un avance sereno en la vocación; y se termina con algunas notas de la paternidad espiritual y la defensa de un carisma: el celibato.
En el quinto capítulo se analiza un fenómeno frecuente entre muchas profesiones de servicio o de las que dependen otras personas: el agotamiento o burnout, con referencia a la práctica pastoral. Aparecen las formas de presentación, las personas de riesgo y cómo afrontarlo y prevenirlo. Todo con la intención de comprender mejor este cuadro, similar a la depresión, que hace sufrir a muchas personas de distintos ambientes, también sacerdotes y personas entregadas en apostolados de la Iglesia.
El último capítulo presenta una serie de actitudes de prevención de la sintomatología psíquica. Se trata del mindfulness o conciencia focalizada en lo importante, y su relación con la meditación cristiana y la presencia de Dios. La autotrascendencia como característica esencial del ser humano se pone en relación con la misión apostólica y los desafíos pastorales. Se termina con una referencia a la Juventud y fuerza del espíritu, capaz de sobreponerse a muchas dificultades y guiar por caminos de paz y de alegría. Al final se incluye una lista de libros recomendados y de páginas web útiles.
El libro El sacerdote, psicología de una vocación se encuentra publicado también en italiano (Il sacerdote, psicologia di una vocazione, Edusc 2021) y en Portugués (A Psicologia de uma Vocaçao, Quadrante 2021). Se está preparando su edición en inglés.
Puede leer la introducción del libro aquí.
Don Wenceslao Vial, sacerdote y médico
Profesor de Psicología
Facultad de Teología
Universidad Pontificia de la Santa Cruz