Trabajamos para llevar la sonrisa de Dios a todos los rincones del mundo a través de los sacerdotes y ayudando a su formación.
Gracias a nuestros benefactores, ayudamos a la formación de los sacerdotes, difundimos su buen nombre y rezamos por su fidelidad y las vocaciones.
Trabajamos para servir a la Iglesia y que ninguna vocación se pierda y luego ellos puedan transmitir en su labor pastoral toda la luz, ciencia y doctrina recibida.
Las licenciaturas, programas de especialización o doctorados, otorgan a cada candidato una formación específica en Teología, Filosofía, Derecho Canónico o Comunicación Social Institucional.
Los seminaristas y sacerdotes complementan su formación académica y humana con la espiritual, ya que deben estar preparados para seguir su vocación y prestar su cuerpo y su espíritu al Señor.
A través del ambiente de familia y de preparación, se consigue el desarrollo de actitudes, capacidades y valores que impactan en el crecimiento personal y social de los sacerdotes.
La Fundación CARF contribuye económicamente para que sacerdotes y seminaristas de todo el mundo reciban una sólida preparación tanto teológica, como humana y espiritual.
La formación de los sacerdotes estuvo presente en el celo apostólico y sacerdotal del fundador de Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer. Su sucesor, el Beato Álvaro del Portillo, concretó este deseo iniciando en 1984 la actividad de la hoy Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, bajo la inspiración e impulso de san Juan Pablo II.
La Fundación CARF es una fundación cultural privada de promoción con carácter benéfico. Está reconocida por el Ministerio de Cultura, según Orden Ministerial de 22.5.1989, publicada en el BOE del 13.06.1989, registrada con el número 140 con CIF: G-79059218.