Josemaría Escrivá de Balaguer nació el 9 de enero de 1902 en Barbastro, Huesca. Sus padres se llamaban José y Dolores. Ellos les inculcaron, tanto a él como a sus 5cinco hermanos, desde muy pequeños las costumbres cristianas. La confesión, la comunión diaria, la importancia de la oración y de la caridad.
Más tarde, la muerte de tres hermanas pequeñas y la quiebra económica familiar le hacen conocer muy pronto el duelo y el dolor. Esta experiencia le hace madurar y templa su carácter expansivo y alegre. En 1915 la familia se traslada a Logroño, donde su padre comienza un nuevo trabajo.
Un invierno, en esa ciudad cae una copiosa nevada, Josemaría Escrivá de Balaguer, después de ver unas huellas en la nieve de los pies descalzos de un religioso carmelita, intuye que Dios desea algo de él, aunque no sabe exactamente qué es. Entonces, se pregunta: "Si otros hacen tantos sacrificios por Dios y por el prójimo, ¿no voy a ser yo capaz de ofrecerle algo?" De este modo, surge en su alma una inquietud divina: "Comencé a barruntar el Amor, a darme cuenta de que el corazón me pedía algo grande y que fuese amor." Piensa que podrá descubrirlo más fácilmente si se hace sacerdote, y comienza a prepararse primero en Logroño y más tarde en el seminario de Zaragoza.
En la Universidad de Zaragoza estudia también la carrera civil de Derecho siguiendo los consejos de su padre don José Escrivá muere en 1924, y Josemaría queda como cabeza de familia. Recibe la ordenación sacerdotal el 28 de marzo de 1925 y comienza a ejercer el ministerio primero en una parroquia rural y luego en Zaragoza.
Josemaría Escrivá de Balaguer se traslada a Madrid en 1927, para obtener el doctorado en Derecho y ejercer el ministerio pastoral que tiene encomendado, que le pone diariamente en contacto con la enfermedad y la pobreza en hospitales y barriadas populares de Madrid. El día 2 de octubre de 1928, Dios le hace ver lo que espera de él, y funda el Opus Dei. Desde ese día trabaja con todas sus fuerzas en el desarrollo de la fundación que Dios le encomienda.
Cuando estalla la guerra civil, en 1936, Josemaría Escrivá de Balaguer se encuentra en Madrid, pero la persecución religiosa le obliga a refugiarse en diferentes lugares. Ejerce su ministerio sacerdotal clandestinamente, hasta que logra salir de Madrid. Después de una travesía por los Pirineos hasta el sur de Francia, se traslada a Burgos.
Vuelve a Madrid en el año 1939 cuando acaba la guerra y termina sus estudios de doctorado en Derecho. En los años siguientes, Josemaría Escrivá de Balaguer, continua con la misión del Opus Dei, y dirige numerosos ejercicios espirituales para laicos, sacerdotes y religiosos.
En 1946 se traslada a Roma definitivamente. Allí, obtiene el doctorado en Teología por la Universidad Lateranense. Es nombrado consultor de dos congregaciones vaticanas, miembro honorario de la Pontificia Academia de Teología y prelado de honor de Su Santidad. Está muy cerca del papa durante los preparativos y las sesiones del Concilio Vaticano II.
Para consolidar la misión apostólica del Opus Dei viaja desde Roma a distintos países de Europa y América Latina. Donde además tiene reuniones de catequesis con grupos numerosos de hombres y mujeres.
El día 26 de junio de 1975 Josemaría Escrivá de Balaguer fallece en Roma. Son muchos obispos y laicos de diferentes países los que solicitan a la Santa Sede la apertura de su causa de canonización.
El 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II beatifica a Josemaría Escrivá de Balaguer. Lo proclama santo, diez años después, el 6 de octubre de 2002, en la plaza de San Pedro, en Roma, ante una gran multitud. Sus restos se encuentran en la Iglesia de Santa María de la Paz en Roma, donde miles de fieles se acercan a rezar y a pedir su intercesión.
La importancia del mensaje de san Josemaría Escrivá de Balaguer, su gracias y sus contribuciones para la Iglesia Católica son incuestionables. Y lo siguen siendo en el día de hoy. Por supuesto, queda vigente el Opus Dei, y todo lo que ha significado para la Iglesia en el último siglo.
Pero la trascendencia de su mensaje va más allá de la importante labor que el Opus Dei desarrolla en el mundo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer guiado por el Espíritu Santo, luchará por el valiente mensaje de manifestar que todos los cristianos sin excepción están llamados a la santidad, y a la máxima intimidad con Cristo. Y que la pueden alcanzar con la oración y la contemplación diarias, en medio de sus labores cotidianas.
A Dios se le encuentra en todas partes: en el trabajo, en el matrimonio, en la familia, en la sociedad, en la política, en la empresa, en el estudio, entre amigos, etc. y en todos y cada uno de esos lugares y momentos tenemos que ser testigos fieles de su amor para con los demás. San Josemaría Escrivá de Balaguer nos invita a descubrir en las pequeñas cosas de este mundo lo santo, lo bueno y lo divino.
Para conseguirlo tenemos nuestro trabajo, querido por Dios para el hombre, y que colabora por tanto en la redención y la santificación de la criatura humana, como parte del plan salvífico de Dios. La salvación del hombre y la salvación del mundo van unidas. La santificación del mundo, por medio del trabajo, está entrelazada con la santificación de la persona.
La práctica diaria de este mensaje la vida en oración perpetua, en cada minuto y en cada hora de estudio, de trabajo, de apostolado en la vida cotidiana; es un mensaje que ha enaltecido la fe y acercado cientos de miles de almas a Dios, en un carisma que Dios ha regalado a su Iglesia, y que en san Josemaría Escrivá de Balaguer ha tenido su máximo exponente.
San Josemaría Escrivá de Balaguer sigue siendo hoy un modelo y referente para todos aquellos que deseamos santificarnos en la vida diaria, y llevar a todos los rincones del mundo y a cada aspecto de la sociedad lo mejor que tenemos.
«Siguiendo sus huellas difundid en la sociedad, sin distinción de raza, clase, cultura o edad, la conciencia de que todos estamos llamados a la santidad», afirmó san Juan Pablo II.
Los cristianos han acudido siempre a la intercesión de los santos para que lleven su oración a la presencia de Dios. Y con san Josemaría no podría se de otra forma. Aquí tienes la oración para pedir al Señor su intercesión.
Bibliografía: