La relación que existe entre el Seminario Internacional Bidasoa y la Fundación CARF es un ejemplo de cooperación y compromiso social. La mayor parte de los seminaristas pueden seguir sus estudios gracias a la generosa ayuda de los benefactores de la Fundación CARF, que colaboran económicamente, según sus posibilidades, para que ninguna vocación se pierda.
El Seminario Internacional Bidasoa
Es un seminario internacional adscrito a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Fue erigido por la Santa Sede en el año 1988 y tiene su sede en Pamplona, en la localidad navarra de Cizur Menor, muy cerca del campus de la universidad.
El plan de formación del Seminario Internacional Bidasoa se inspira en los documentos del Concilio Vaticano II, especialmente Optatam totius y Presbyterorum ordinis, la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis y la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis de la Congregación para el Clero.
Sacerdotes según el corazón de Cristo
El Seminario Internacional Bidasoa tiene como finalidad, el acompañamiento vocacional de los futuros sacerdotes y, por lo tanto, «el discernimiento de la vocación, la ayuda para corresponder a la llamada y a la preparación para recibir el sacramento del Orden Sacerdotal con las gracias y responsabilidades propias». Pastores dabo vobis, 61.
Formación humana, espiritual, pastoral e intelectual
En el Seminario Internacional Bidasoa es primordial posibilitar a los seminaristas, el encuentro con Cristo. La labor de formación se orienta a que el seminarista aspire a ser alter Christus en todos los aspectos de su vida, ya que participará por el sacramento del Orden Sacerdotal, «del mismo y único sacerdocio y ministerio de Cristo». Presbyterorum Ordinis, 7. Los aspirantes al sacerdocio han de convencerse de la necesidad de adquirir una personalidad humana madura, equilibrada y suficientemente consolidada, que haga resplandecer ante los demás el don recibido, y los capacite para perseverar en el seguimiento del Maestro, también en los momentos de dificultad.
La formación pastoral que reciben los candidatos del Seminario Internacional Bidasoa, por parte del director espiritual y de los formadores, se orienta a desarrollar, en cada uno, el alma sacerdotal; un corazón de padre y pastor, empapado por los mismos sentimientos de Cristo.
Esta formación sacerdotal, se complementa con la labor científica y docente que se lleva a cabo en la Universidad de Navarra, donde se procura formar despertando el amor a la verdad. Especialmente, en los seminaristas que encuentran en el Seminario Internacional Bidasoa, se hace hincapié en la importancia del estudio, que les prepara para el futuro desarrollo del ministerio sacerdotal en el mundo de hoy.
Seminaristas protagonistas de su proceso formativo
Durante los 35 años del Seminario Internacional Bidasoa, los mismos años de existencia que la Fundación CARF, casi mil seminaristas de numerosos países han madurado su vocación sacerdotal acompañados por los formadores de este seminario.
Apoyados en la convicción de la importancia de la libertad personal como medio indispensable para lograr la necesaria madurez humana, espiritual, intelectual y misionera, han procurado transmitir a cada seminarista, que cada uno ha de ser el protagonista de su proceso formativo, sabiendo que la libertad responsable hunde sus raíces en un ambiente de confianza, amistad, franqueza y alegría.
Este protagonismo es posible gracias a que los seminaristas, algunos procedentes de lugares muy lejanos de España, comparten con alegría una misma experiencia formativa de estudio, clases, ratos de oración, actividades pastorales, tertulias y excursiones.
Seminaristas en unión con el obispo de su diócesis
El carácter internacional constituye una rica experiencia humana y eclesial, que ayuda a aumentar en cada seminarista un espíritu católico, universal y apostólico. Asimismo, en el Seminario Internacional Bidasoa se fomenta la unión de cada uno de los seminaristas con su obispo y con los sacerdotes de su presbiterio diocesano.
Los seminaristas del Seminario Internacional Bidasoa proceden de diversas partes del mundo. Son enviados por sus respectivos obispos con el objetivo de recibir una adecuada formación de cara a su futura labor sacerdotal en sus diócesis.
Son los obispos quienes solicitan las becas de estudio a la Universidad de Navarra, que a su vez pide la ayuda a la Fundación CARF. El objetivo de la fundación es facilitar a estos jóvenes, una sólida preparación teológica, humana y espiritual en las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra y en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma). Cada año, más de 5.000 benefactores lo hacen posible.
Además de la formación en las Universidades Eclesiásticas, los seminaristas necesitan un ambiente de confianza y libertad, un clima fraterno y familiar que facilite la apertura clara y sincera del corazón y la formación integral; este ambiente lo encuentran en el Seminario Internacional Bidasoa.
A lo largo del curso 2022/23, la Fundación CARF destinó 2.106.689 euros en ayudas de alojamiento y matrícula.
Encuentro anual entre benefactores de la Fundación CARF y seminaristas del Seminario Internacional Bidasoa
Cada año, la Fundación CARF en colaboración con el Seminario Internacional Bidasoa, organiza un encuentro entre los seminaristas y los benefactores. Un día entrañable, en el que ambas partes, benefactor y beneficiario, tienen la oportunidad de conocerse, vivir juntos la Eucaristía y disfrutar de un almuerzo y visita al seminario y de un festival musical que los alumnos preparan a modo de agradecimiento hacia quienes hacen posible que puedan formarse en Bidasoa.
La jornada termina con un momento muy esperado pues, las responsables del Patronato de Acción Social (PAS) de la Fundación CARF, entregan los estuches (mochilas) de vasos sagrados a los seminaristas que están en su último curso. En ellas se incluyen todos los objetos litúrgicos necesarios para celebrar la Misa en pueblos o aldeas remotas donde apenas tienen lo necesario, incluso un alba hecha a medida para cada uno de los futuros sacerdotes.
Por último, se comparte la adoración ante el Santísimo Sacramento; y la visita a la ermita de la Madre del Amor Hermoso, situada en el campus de la Universidad de Navarra.